Albert Szent-Györgyi (premio Nobel 1935):
Enseñanza y conocimiento que se agranda.
1-Introducción
Nuestro intento de armonizar la enseñanza con el conocimiento que se expande –o más bien, que explota- sería sin esperanza si no contuviera simplificación. Voy a tomar el lado amable. Conocimiento es una vaca sagrada, y mi problema será cómo puedo ordeñarla mientras me mantengo lejos de sus cuernos.
Una de mis razones para ser optimista es que los fundamentos de la naturaleza son simples. Esto fue comprendido por mí muchos años antes cuando llegué al Institute for Advanced Studies en Princeton. Lo hice con la esperanza de que codeándome con esos grandes físicos atómicos y matemáticos yo aprendería algo acerca de asuntos vivos. Pero tan pronto como yo revelé que en cualquier sistema vivo hay más de dos electrones, los físicos dejaron de hablarme. Con todas sus computadoras ellos no pudieron decir lo que este tercer electrón podría hacer. El asunto notable es que él conoce exactamente qué hacer. Así, ese pequeño electrón conoce algo que todos los hombres sabios de Princeton ignoran, y esto puede ser únicamente algo muy simple. La naturaleza, básicamente, debe ser mucho más simple de lo que a nosotros nos parece. Para nosotros es como una carta cifrada para la cual no tenemos el código. A medida que nuestros métodos se vuelven menos torpes y más adecuados y encontremos ese código de la naturaleza, las cosas deberán ser no únicamente más claras, sino también más simples.
La ciencia tiende a generalizar, y generalización significa simplificación. Mi propia ciencia, biología, es hoy no únicamente mucho más rica que lo que era en mis días de estudiante, sino también más simple. Entonces era horriblemente compleja, fragmentada en un gran número de principios aislados. Hoy en día todos ellos se han fundido en un único complejo, con el modelo atómico en su centro. Cosmología, mecánica cuántica, ADN y genética son todas, más o menos, partes de una sola historia –una maravillosa simplificación. Y las generalizaciones son también más satisfactorias para la mente que los detalles. Nosotros, en nuestras clases, deberíamos poner más énfasis en generalizaciones que en detalles. Por supuesto, detalles y generalizaciones deben estar en un adecuado balance: generalizaciones pueden ser alcanzadas únicamente desde los detalles, mientras que es la generalización lo que da valor e interés al detalle.
2-Sobre el conocimiento
Después de este preámbulo me gustaría hacer unas pequeñas observaciones generales, en primer lugar sobre el principal instrumento de la enseñanza: los libros. Existe una mala idea acerca de la naturaleza de los libros, que contienen conocimiento. Se piensa que tales libros son algo cuyo contenido tiene que ser amontonado en nuestras cabezas. Yo pienso que lo opuesto está más cerca de la verdad. Los libros son para guardar ahí el conocimiento mientras nosotros utilizamos nuestras cabezas para algo mejor. Los libros pueden ser mejor depositario del conocimiento. En mi propia cabeza cada libro-conocimiento tiene una vida media de unas pocas semanas. Entonces y dejo el conocimiento, para su mejor almacenamiento, a los libros y las bibliotecas y me voy a pescar, a veces un pescado y a veces nuevo conocimiento.
Sé que soy espantosamente ignorante. Podría presentar exámenes en la universidad  pero no pasaría ninguno de ellos. Peor que eso: atesoro mi ignorancia, me siento cómodo en ella. No obscurece mi ingenuidad, la simpleza de mi mente, mi habilidad de maravillarme infantilmente en la naturaleza y reconocer un milagro inclusive si lo veo todos los días. Si, a mis 71 años, estoy aún escarbando en las fronteras del conocimiento, se lo debo a mi actitud infantil. Benditos sean los puros de corazón, porque ellos verán a Dios, dice la Biblia. Porque ellos pueden comprender la naturaleza, digo yo.
No quiere ser malinterpretado – yo no desprecio el conocimiento, y he trabajado mucho y fuerte para conocer algo en todos los campos de la ciencia relacionados con la biología. Sin ésto yo no podría hacer investigación. Pero he retenido únicamente lo que necesito para el entendimiento, para una comprensión intuitiva, y a fon de conocer en cuál libro encontrar qué cosa. Esto ha sido divertido, y debemos de divertirnos, de otra manera nuestro trabajo no sirve.
Mi siguiente observación es acerca de las relaciones de tiempo. El tiempo que se pasa en la escuela es relativamente corto comparado con el tiempo posterior. Insisto en eso porque es ampliamente creído que todo lo que tenemos que conocer para hacer bien nuestro trabajo debemos aprenderlo en la escuela. Esto es falso porque durante el largo tiempo que sigue a la escuela somos capaces de olvidar, de cualquier manera, lo que aprendimos ahí, mientras que tenemos tiempo bastante para el estudio. De hecho, la mayoría de nosotros tenemos que aprender toda la vida, y fue ya con canas que yo emprendí el estudio de la mecánica cuántica. Sí que lo que la escuela tiene que hacer, en primer lugar, es enseñarnos a aprender, a despertar nuestro apetito por el conocimiento, enseñarnos las delicias de hacer un trabajo bien y la excitación de la creatividad, enseñarnos a amar lo que hacemos, y ayudarnos a encontrar lo que amamos.
3- El fuego y las cenizas.
Mi amigo Gerard citaba a Fouchet aconsejándonos tomar del altar del conocimiento el fuego y no las cenizas. Siendo de una disposición más terrenal, yo aconsejaría tomar la carne, no los huesos. Los maestros en general tienen una notable preferencia por los huesos, especialmente los que están secos. Por supuesto que los huesos son importantes, y de vez en cuando a todos nos gusta chupar uno de ellos, pero únicamente después de haber comido la carne. Lo que quiero decir es que nosotros no debemos aprender cosas, sino debemos vivir las cosas. Esto es cierto para casi todo. Shakespeare y toda la literatura deben ser vividos; la música, pintura y escultura deben ser hechas, el drama debe ser actuado. Esto es cierto inclusive para la historia: debemos vivir a través de ella, a través del espíritu de los varios períodos, en lugar de almacenar simples datos. Me da gusto decir que esta tendencia –vivir las cosas- está siendo evidente inclusive en la enseñanza de las ciencias. La tendencia más reciente es no enseñar las leyes simples de la naturaleza, sino hacer que nuestros estudiantes las descubran ellos mismos mediante experimentos.
Por supuesto, yo sé que los datos son importantes. También pueden ser inclusive interesantes, pero únicamente después de haber consumido la carne, la sustancia. Después de esto podemos inclusive estar más curiosos acerca de ellos y retenerlos. Pero enseñarlos antes de esto es simplemente aburrido, y así atontan, ni es que matan, al espíritu.
Es una opinión ampliamente conocida que memorizar no daña, que el conocimiento no hace daño. Temo que sí puede dañar. El conocimiento muerto daña el espíritu, llena el estómago sin alimentar el cuerpo. La mente no es un pozo sin fondo, y si ponemos ahí una cosa tenemos que dejar fuera otra. Con una enseñanza más viva podemos llenar el alma y reservar la mente para las cosas realmente importantes. Podemos inclusive ahorrar tiempo que necesitamos para ampliar temas.
Tal enseñanza viva, que llena tanto el alma como la mente, puede ayudar al hombre a encarar uno de sus problemas más formidables, que hacer consigo mismo. Las sociedades más avanzadas, como la nuestra, pueden ya producir más de lo que consumen, y con avances en la automatización esta diferencia está creciendo rápidamente. Tratamos de enfrentar el reto produciendo cosas inútiles, como armamentos. Pero esto no es una respuesta final. A fin de cuentas tendremos que trabajar menos. Pero entonces, qué haremos con nosotros mismos. Las vidas no pueden dejarse vacías. El hombre necesita excitación y reto, y en una sociedad rica todo está al alcance. Y el aburrimiento es peligroso, porque puede hacer fácilmente que una sociedad busque excitación en aventuras políticas o en posturas arriesgadas, siguiendo a líderes irresponsables. Nuestra propia sociedad ha mostrado recientemente señales alarmantes de esta tendencia. En un mundo donde las bombas atómicas pueden volar de un lado al otro en segundos, esto es tentar al suicidio. Enseñando artes y ciencia, las escuelas podrían abrir el horizonte sinfín y los retos de la vida intelectual y artística y hacer de la vida entera una excitante aventura. Yo creo que en nuestra educación no únicamente deben estar en balance detalles y generalizaciones, sino nuestra educación completa debe estar balanceada con valores humanos generales.
4-Ciencia y Humanidades.
Quiero concluir con unas pocas observaciones sobre temas específicos, primero, sobre ciencia. La ciencia tiene dos aspectos: debe formar parte de cualquier educación, de cualquier cultura humanística. Pero también debemos enseñar la ciencia como preparación para el empleo. Si distinguimos tajantemente entre esos dos aspectos, entonces la discusión acerca de las dos culturas perderá su significado.
Quiero hacer una última observación acerca de la enseñanza de la historia, no únicamente porque es un tema muy importante sino también porque todavía tengo en la nariz el olor ácido de mi propio sudor cuando conozco su contenido. Historia tiene dos capítulos: nacional y mundia. Historia Nacional es una especie de asunto de familia y no voy a hablar de eso. Pero ¿qué es la Historia Mundial? En su escencia es la historia del hombre, cómo se levantó de su status animal para alcanzar la altura que tiene hoy. Este es un relato fascinante y está ligado a un número limitado de hombres creativos, sus héroes, los que crearon nuevos conocimientos, valores éticos o morales, o belleza. En el lado opuesto a este lado positivo de la historia está uno negativo y destructivo ligado a los nombres de reyes, barones, generales y dictadores, quienes, con su ambición por placer y poder crearon guerras, libraron batallas y principalmente crearon miseria, destruyendo lo que otros hombres habían construido. Estos son los héroes de la historia que enseñamos actualmente como Historia Mundial. No únicamente es esta historia negativa y baja, también es falsa, porque omite los piojos, ratas, mala nutrición y epidemias que han tenido que ver más con la evolución de los hechos que generales y reyes, como Zinsser ha señalado hábilmente. La Historia Mundial que enseñamos debería también ser más veraz e incluir el hedor, mugre, crueldad, y miseria de épocas pasadas, para enseñarnos a apreciar el progreso y lo que tenemos. No necesitamos falsificar la historia; ella misma tiene una tendencia a falsificarse, puesto que únicamente los sobrevivientes regresan del campo de batalla para contar historias. Si los muertos pudieran regresar, aunque fuera una vez para hablarnos de su fin de ignominia, historia y política serían diferentes ahora. Una historia más veraz también sería más simple.
5-Sobre la Historia.
A medida que las barreras entre las diferentes ciencias van desapareciendo, así las barreras entre la ciencia y las humanidades pueden gradualmente fundirse. Fijar fechas mediante métodos físicos ha llegado a ser un método en la historia, mientras que el espectro de los rayos-x y el microanálisis se volvieron herramientas en el estudio de la pintura. Espero que los logros de la sicología humana puedan ayudarnos también a rescribir la historia humana en una forma más unificada y translúcida.
La historia del progreso del hombre no está ligada a ningún período, nación, credo o color, y podría enseñara a nuestros jóvenes una mayor solidaridad humana. Ellos lo necesitarán con apremio cuando reconstruyan las relaciones políticas y humanas, haciéndolos compatibles con la supervivencia.
A pesar de sus muchos capítulos nuestra enseñanza tiene, esencialmente, un solo objetivo: la producción de hombres que puedan llenar sus zapatos y permanecer erguidos con sus ojos fijos en horizontes más amplios. Esto convierte a la escuela, en cualquier nivel, en la institución pública más importante, y al maestro en la más importante figura pública. Como enseñemos ahora, será el mañana.
El artículo original apareció en Science, Vol. 146, No. 3649, 4.12.1964, pp. 1278-1279.
La versión en inglés puede leerse en
http://fair-use.org/rampart-journal/1965/03/teaching-and-the-expanding-knowledge
Traducción: jlgs.

Comentarios

Enseñanza y conocimiento que se agranda. — 1 comentario

  1. No pensé que la historia del escorbuto fuese a aterrizar en algo tan importante como la aseveración de que la Educación es la base para el desarrollo del Ser Humano en su más amplio sentido. Muchas gracias por tu artículo y especialmente por tu traducción,ambos como siempre,muy interesantes.
    Deberías meter tus artículos al Concurso Nacional de Periodismo.Creo que cierra el 17 de agosto.Tienes muchos trabajos publicados que bien pueden ganar el premio.

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