Esta semana ya tenemos la aparición de secuelas después de la aprehensión de Gordillo; algunas son naturales y es más o menos claro su porvenir, como los operadores de Gordillo en el SNTE, algunos de sus familiares como beneficiarios, y su difunta madre que desde el otro mundo veía con amor el bueno uso que la hija le daba a su casa en San Diego. Otras secuelas también son naturales y pero no se ve claro lo que que va a pasar con ellos, como la riqueza de muchos líderes de grandes sindicatos, las acusaciones en racimo que le hace Arturo Núñez al ex gobernador Granier. Otras ramificaciones venían de antes y siguen igual que siempre, por ejemplo Moreira. Parece ser que el antivalor supremo no es ser enemigo público, sino ser enemigo del Presidente.
No sé si fue parte de las intenciones federales al meter presa a Gordillo, pero pocos días después ya aparecieron ramificaciones que involucran a varias personas más: Nora Ugarte, señalada como operadora de Gordillo en las operaciones financieras del SNTE, declaró que había movilizado los $2,000 millones que están bailando, por instrucciones de la patrona, y que parte del dinero había sido para Gordillo, y para sus hijas Mónica Arriola y Maricruz Montelongo. También aparece Héctor Jesús Hernández (secretario particular de Gordillo) como implicado, ya que la PGR sostiene que el desvío de fondos que investiga llevó su aval en todas las operaciones. En el árbol genealógico de Gordillo, incluidos sus parientes políticos, hasta su madre está mencionada, a pesar de que murió en 2008: la difunta señora había comprado una mansión en San Diego.
Aprovechando el momento, el PRD ha recordado un asunto antiguo (2005): la queja que hizo el exdirector del ISSSTE Miguel Angel Yunes de que hubo una desviación de recursos del ISSSTE, que fueron a dar al PANAL y que utilizaron como intermediario al SNTE. Como el asunto era casi despreciable, apenas $254 millones de pesos, la denuncia que fue a dar a manos del IFE quedó prácticamente archivada, puesto que desde entonces no se han dignado resolver la querella acerca del financiamiento indebido a la campaña del PANAL. Es posible que ahora, en un arranque de fervor patrio, los del IFE se sacudan la modorra, se acuerden que tienen ese pequeño pendiente en sus manos y le den solución. Afortunadamente para usted y para mí, ya no le van a poder echar tierra al asunto, algo que hubiera sido políticamente correcto hace unos tres o cuatro años.
Inevitablemente, aquí y allá se alzan voces que preguntan si Gordillo es el único líder sindical con cola que le pisen, y se forma una lista larga como la cuaresma de candidatos: en Petróleos, IMSS, ISSSTE, Mineros, Teléfonos, etc. Los sindicatos grandes son una especie de tierra de nadie en cuanto al manejo del dinero, porque ni es del gobierno (donde existen leyes que regulan su uso y hay contralorías), ni es de accionistas (que regularmente supervisan y piden cuentas al administrador), sino pertenece a un ente amorfo, sin otra persona al frente que el mismo líder, y casi siempre bien disciplinado, que son los trabajadores; no es un insulto a los trabajadores, sino a la forma en que los ven y los tratan sus líderes. Siendo el sindicato el titular del contrato colectivo, y por lo tanto el que al menos en teoría defiende sus derechos, ¿contra quién puede irse el trabajador si cree que el sindicato no hace lo correcto? Contra nadie, se le acabaron las alternativas. Al amparo de esta nefasta correlación de fuerzas es que se creó el sindicalismo mexicano y las grandes centrales obreras: el obrero tenía asegurado su trabajo pero debía obediencia al líder si lo convocaba a recibir al presidente, el líder gozaba como pequeño sultán de su puesto, el gobierno tenía un aliado seguro. De tal manera que no pongo mi mano en el fuego por ninguno, por absolutamente ninguno de los líderes de los grandes sindicatos.
La humanidad ha inventado muchas cosas, pero en cosa de instintos básicos somos tan primitivos como el hombre de hace mil años, y las motivaciones para quebrar la ley, para abusar del prójimo, para pasarse de listo se reducen a una sola en el 99% de los casos: dinero. Un chiste cruel entre potentados viejos narra que el primero le dice al otro, con filosofía: “Fíjate hermano, que el dinero no es todo en la vida”. “Tienes razón, hermano: también hay vivendas, vipers, veleros, viajes, vinos, Vuitton y viagra”. Mientras más grande es el delito que se persigue, aunque originalmente no haya sido por dinero, invariablemente aparecen cantidades más y más grandes de dinero en juego. Una de las enormes ventajas de la banca moderna es que prácticamente todas las cantidades grandes se manejan a través de ella; en estos días, viajar con míseras cantidades en una maleta, digamos unos US$100,000, inmediatamente lo convierten a uno en presunto delincuente. El gobierno tiene a la mano, si quiere utilizarlo, el recurso de escarbar en las cuentas de cualquiera de los sindicatos mencionados y ahí aparecerá la verdad y la pretendida honestidad de Romero Deschamps, tal como lo acaba de declarar a los medios. Los líderes sindicatos tienen una patente de corso limitada porque los agremiados no van a levantar la voz contra ellos, pero se cobran indirectamente al pagar sus cuotas con retenciones que van a dar a alguna cuenta de banco. Una vez ahí, el dinero deja un rastro que puede seguirse y acaso terminar en la compra de un Ferrari.
Pero es cosa de que el gobierno federal quiera. Como ya lo mencioné, podía preverse un conflicto con Gordillo, pero no está claro que el Presidente quiera irse contra todos los líderes sindicales (corruptos). Sin embargo, en caso de que Peña Nieto dé señales de que efectivamente quiere seguir adelante, los líderes señalados para el sacrificio serán saludados con el abrazo de Judas, como el que recibieron Mónica Arriola y Fujiwara Montelongo en las Cámaras de sus compañeros legisladores.
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