1-Vote por cualquiera.
Después de ver el debate llegué a la conclusión de que da lo mismo por quién votemos, el resultado será el mismo: México convertido en un paraíso. Vamos a ganar más dinero, los hijos podrán asistir a Universidad sin temor al rechazo (los están homologando con los maestros, quienes no tienen que presentar exámenes), vamos a eliminar los pluris, gozaremos del bienestar otorgado por unos cuantos Institutos y Secretarías de nueva creación, no existirá la corrupción, seremos ángeles pensionados.
El debate estuvo centrado en dos asuntos: hacer promesas inverosímiles y atacar al contrario. Por culpa del IFE y del esquema acartonado que se le dio a este evento, a pesar de la excelente conducción de Javier Solórzano (en mi opinión, el ganador), los candidatos no tuvieron tiempo de explicarnos cómo van a volver realidad esas promesas. Aludieron a nuestra religiosidad innata, a ese pueblo creyente que es México, y todos sin excepción nos piden un acto de fe en sus malabarismos de fantasía, comprobando una vez más lo que dijo García Márquez cuando aceptó el Premio Nobel: “en Latinoamérica no se necesita inventar historias, lo único que hay que hacer es mirar alrededor”, y en esta ocasión cada candidato ofreció su versión particular de la Utopía.
EPN: todos vamos a ganar más dinero, vamos a gastar menos, y se van a controlar los aumentos a la canasta básica. Se eliminarán 100 diputados plurinominales y 32 senadores. Vamos a combatir la corrupción.
AMLO: Se va a terminar la corrupción, no faltaba más, y no nos quedaremos ahí, con el fin de la corrupción llegarán ahorros de $300,000 millones, además habrá otros $500,000 millones de ahorro en gasto faraónico, creceremos a una tasa del 6% anual, generaremos 1.2 millones de empleos anuales, el gasto público no crecerá, se eliminará el IETU, todos los que quieran ingresar a la Universidad podrán hacer avioncitos de papel con el examen de admisión, puesto que no se aplicará.
JVM: Tendremos una reforma política, se eliminarán los pluris, se eliminará el fuero a toda la clase política, cero pobreza alimentaria, pensión universal, 16 millones de becas a estudiantes, aumentará en 1.5 millones la población universitaria, habrá transparencia en el gasto y protección a las mujeres de la violencia intrafamiliar.
GQ: Vamos a crear el Instituto Mexicano Octavio Paz, que superará al Instituto Goethe, a la Alianza Francesa y a la Società Dante Alighieri en la promoción mundial de la cultura nacional. Los alemanes, franceses e italianos vendrán a pedir asesoría ante el fracaso de sus instituciones. También vamos a hacer middle-sizing a algunas Secretarías (ni aumentarles el tamaño ni disminuirlas, sino todo lo contrario). Ya que en México estamos tan bien, crearemos un fondo de US$1,000 millones para la Agencia Mexicana sobre Cooperación para el Desarrollo, enfocada específicamente a Centro América.
2-Premios a los candidatos.
El entusiasmo que me proporcionó este debate hace necesario otorgar algunos premios a los candidatos, cuatro premios repartidos equitativamente, que son los siguientes:
CREATIVIDAD: Definitivamente el ganador fue Quadri, por su imaginación para crear nuevas dependencias de gobierno.
TAUMATURGO: Sin duda el que promete más milagros es López Obrador, y tiene usted para elegir el milagro mayor: cero corrupción, ahorros de $800,000 millones, crecimiento al 6%, etc. (Taumaturgo significa “milagroso”, por si no lo saben en el equipo del PRD).
MENTIROSO: En este caso, Peña Nieto gana por varias narices (de Pinocho, no del hipódromo), cuando reviró a Josefina la falta de aprobación de varias reformas en las Cámaras, diciendo con total convicción que no se habían aprobado porque Josefina no estuvo en esas sesiones, en vez de aceptar que el PRI se opuso, o al menos en vez de echarle tierra al asunto. Como dije en el artículo sobre el primer debate, Peña Nieto pasaría cualquier prueba de polígrafo.
RESIGNACIÓN: Josefina estaba obligada a defender lo indefendible, el sexenio que termina. Aclaro que cualquier sexenio sería indefendible y que el próximo sexenio también será indefendible, no es que yo esté pidiendo inflación o devaluación como las que había en los alegres sexenios del PRI. La candidata hizo lo mejor que pudo, ofreciendo promesas menos vistosas que EPN y AMLO y menos imaginativas que Quadri, exhortándonos a ver que después de todo nos estamos tan mal y que más vale inflación acumulada del 18% en este sexenio que la promesa maravillosa de creer en un crecimiento anual del 6%.
3-Rechifla a los candidatos.
A los adultos mayores les van a dar pensión, sin decir de dónde va a salir el dinero. La transparencia también va brillar en el firmamento, pero el gran problema es que todo lo que prometen es inverosímil, excepto lo que no cuesta nada, como hacer declaraciones. Mencionaré algunos puntos que no se tocaron en el debate, o que su tratamiento fue aún más superficial que el acostumbrado.
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Recursos. Una buena parte de las promesas requieren una gran inversión: las refinerías, el 1.5 millón extra de universitarios, creación de empleos, aumento de salarios, etc. Elija usted cualquiera de las promesas que implican costo económico, haga un cálculo rápido de lo que costaría, y luego busque en el debate de dónde saldrá el dinero, no lo hallará. El más visionario y estadista de todos, AMLO, nos promete no únicamente mayores inversiones y mayor bienestar económico, sino inclusive promete que bajarán los impuestos, por ejemplo al desaparecer el IETU. Posiblemente leyó el Sermón de la Montaña y supo hacer interpretación de los Evangelios, descubriendo el secreto de Jesús para realizar la multiplicación de los panes y los peces. Definitivamente hay dos posibilidades: AMLO es estadista y además santo milagroso, o su fuerte no es la aritmética. Tratando de ser justo leí el artículo de Fernando Turner Dávila (http://www.adnpolitico.com/opinion/2012/06/12/fernando-turner-enganar-con-cifras-y-desacreditar-la-verdad), ficha de AMLO para la Secretaría de Economía, en donde explica cómo van a salir los ahorros, pero tampoco me cuadraron las cuentas, así que me quedo con San Andrés Manuel, Taumaturgo.
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Seguridad. Tiene un enorme clamor en el país, y por ninguno de los 4 lados se ve cómo. La seguridad es tratada con pinzas, diciendo básicamente que es importante y que la van a cuidar, pero tampoco dicen cómo.
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Educación. Todas las referencias fueron en términos de dinero, becas y plazas, como si fuera cuestión de ser un país rico para tener una buena educación. La situación es exactamente al revés: la buena educación genera riqueza. El SNTE sigue sin ser tocado, tampoco los maestros, solamente el perdedor designado dijo que había que evaluar a los maestros. Educación no es sinónimo de conocimientos ni mucho menos un título, es mucho más: es una ética y una actitud ante la vida, es la capacidad de aceptar una actitud crítica ante uno mismo y ante la sociedad, y emprender cambios que estén a nuestro alcance. Mientras el asunto de la educación lo quieran convertir a cuestiones numéricas, seguiremos cuesta abajo.
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Campo. Todos mencionaron conmovidos la pobreza de los campesinos, y para variar adoptaron una actitud paternal frente a este problema. Esta es una de las grandes actitudes que hay que cambiar: el campo no está para que le den de comer al campesino, el campo está para alimentar al resto del país. Visto con actitud paternalista, el campo siempre será un lastre en vez de un motor de desarrollo. Es perfectamente posible volver productivo el campo: tenemos el ejemplo de Sinaloa, que a principios del siglo XX era una llanura junto al mar con unos cuantos ranchos que cultivaban verduras. Durante varios años se construyeron muchas presas que captaban el agua que baja de la Sierra Madre Occidental, y con esas presas se irriga ahora una enorme superficie, que es una delicia contemplar desde el aire o desde la carretera: cuadros y más cuadros pintados de verde cuando crece la planta, de amarillo cuando ha madurado. En el lado del Golfo tienen todavía más agua que en Occidente, ¿por qué no hay un panorama semejante en las cosas de Tamaulipas y Veracruz? En Zacatecas y Chihuahua tienen el motivo de la sequía para no producir en el campo, pero en Tamaulipas y Veracruz no es así. Parece que hay que cambiar el refrán con agua y tractor, cualquier tarugo es agricultor, y buscar otra excusa para no producir aunque se tenga agua en abundancia.
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Agua. México es como el día y la noche en lo que se refiere al agua. En Chiapas, Tabasco y Veracruz sobra y frecuentemente se inundan, en Chihuahua están a punto de conocerla sólo en fotografía. Este no es un problema político, es de geografía, pero se enfoca políticamente, exhortando a los Estados a pedir fondos para la sequía. El presupuesto completo del Banco Mundial no resolverá el problema, a menos que se tomen medidas concretas que signifiquen más agua. Es imperativo ahorrar agua en el Norte (los pozos se acabarán tarde o temprano) e ir pensando en acarrear agua desde muy lejos, como ya se hace en el DF. Ya entrados en gastos, pregunto por qué ningún candidato prometió que haría llover en Durango, es tan creíble como decir que vamos a acabar con la corrupción sin decir cómo.
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Potencial pesquero. En contraste con los problemas de agua en tierra firme, México tiene un litoral extensísimo (calculo que son más de 6,000 km) con un potencial pesquero extraordinario. La superficie del mar territorial de México es mayor a la del país, y la Nación país tiene la facultad de permitir o no el tránsito por esa zona, y naturalmente, la pesca. Pero la mayoría de los pescadores en nuestro mar territorial son extranjeros, como japoneses y norteamericanos. Quizá porque ahí no se pueden hacer ejidos o alguna otra medida populista ha quedado olvidado, pero el mar es una extraordinaria fuente de riquezas, siempre y cuando se aproveche.
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Impunidad. Todos hablan de acabar con la corrupción, incluyendo Peña Nieto, no faltaba más. AMLO saca a relucir su talento para la enseñanza y nos motiva diciendo que quitando la corrupción se van a ahorrar $300,000 millones, pero hasta ahí llegamos, las cuentas no le cuadran y no nos dice ni cómo va a acabar la corrupción ni cómo junta tanto dinero. Peña Nieto, que posiblemente conoce la frase atribuida a Porfirio Díaz (si quieres que algo no funcione, nombra una comisión que se encargue del asunto) propone una Comisión Nacional Anticorrupción integrada por ciudadanos. Hay una palabra, impunidad, que acompaña a todo acto de corrupción; en el Debate, apareció una sola vez, cuando Josefina dijo que para atacar la corrupción había que atacar la impunidad, eliminando el fuero a toda la clase política. Parece que los candidatos hombres piensan que los mexicanos somos estúpidos y que nos vamos a tragar la historia de que acabarán con la corrupción aunque se les olvide mencionar la impunidad. ¿Por qué acepta un miembro del Comité de Adquisiciones soborno de una empresa? Porque quiere dinero fácil y porque está protegido por su jefe, pasándole una parte. ¿Por qué acepta participar el jefe? Porque quiere dinero fácil y está protegido por el jefe del jefe, y así hasta llegar a algún funcionario que tiene fuero, quien usualmente tiene suficiente poder para evitar que vayan a hacer olas con el asunto, y en todo caso, es impune gracias al fuero; tarde o temprano aparece la impunidad. Hay dos motivaciones para permanecer ajeno a la corrupción: las propias convicciones o el temor al castigo, y lamentablemente la historia de nuestro país nos muestra que las convicciones cuentan muy poco. Lo que hay que hacer es castigar la corrupción, es decir, combatir la impunidad. Por esta razón pienso que en todo el debate, lo mejor fue la propuesta de eliminar el fuero.
Termino mi rechifla mencionado que las dos promesas que me gustaron mucho (eliminar los plurinominales y eliminar el fuero) no dependen sólo del Presidente, quien solamente puede presentar la iniciativa y será el Congreso quien lo decida. Observo que llegados a ese punto, los congresistas serán una asamblea de leones junto con un cordero, deliberando qué van a cenar (“compañeros diputados, ¿creen ustedes que debemos quitarnos el fuero…?”). Así que la desaparición de plurinominales y fuero es tan incierta como la lluvia en el norte del país.
4-Triste panorama.
Si quieres que un pueblo se deje controlar, quítale educación y dale mucha televisión:
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Nuestro nivel de discusión en torno al problema educativo es deplorable, porque analizamos si hay que examinar a los maestros, y en cambio no analizamos posibles premios de Ciencia para algunos inventos que nos vendrían muy bien, como el aprovechamiento de la luz del sol para generar electricidad o crear algún método eficiente para desalinizar agua del mar, que buena falta hace en el noroeste.
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Los años que tienen de campaña EPN y AMLO, con promoción mediática de todos los días en donde se exalta la imagen como único valor de un político (EPN guapo y bien peinado, AMLO paternalista y benefactor de los rechazados en la UNAM) y sin discusión de fondo de sus propuestas, es una manera de quitarle educación al pueblo. Todos los spots políticos que escucho o veo son basura o son ataques al contrincante, pero siguen sin explicarme por qué debo votar por alguno de los candidatos. En México pervertimos la democracia, que permitió sacar pacíficamente al PRI de la presidencia, en apenas 12 años. En vez de campañas y debates de altura estamos entretenidos en dimes y diretes de que si JVM faltó a la Cámara, que si EPN tiene mala pronunciación del inglés, que si AMLO es compositor musical de un himno político. Estamos centrados en los candidatos y en sus buenas y malas cualidades, en vez de centrarnos en discutir sus propuestas, como si lo que importara más son los candidatos y no el futuro del país. Una de las razones de este bajísimo nivel es que el IFE permitió una campaña de slogans, en vez de una campaña de contenidos. Y las televisoras felices, su negocio es la imagen.
Por otro lado, la presencia más frecuente cada vez de expresiones como “organismo ciudadano” o “comité ciudadano” me dan a entender que ya está perfectamente claro que los partidos políticos no representan más que a sus afiliados, y los legisladores no representan a nadie. Si no es así, ¿por qué EPN propuso un comité ciudadano para atender la corrupción? Porque sabe que si ese comité sale de las filas del gobierno o de los legisladores o de los partidos políticos, automáticamente está desacreditado. La clase política está usando y abusando de ese término –organismo ciudadano- cada vez que se le atora la carreta y quiere que ciudadanos simples demos legitimidad a esos actos. No es mucho consuelo que nos quieran utilizar de mano de gato para sacar las castañas del fuego, pero algo es algo: implícitamente EPN está reconociendo que los ciudadanos ya le perdimos la confianza a la clase política.
Nos queda todo por hacer, y termino con una reflexión muy sencilla. El próximo presidente no va a hacer realidad casi ninguna de las promesas disparatadas del debate, la clase política no va a sacar a México adelante. Lo sacaremos nosotros los ciudadanos, con pequeñas o grandes acciones. Hace unas semanas veía al salir de trabajar un ciprés joven doblado totalmente hasta el suelo del camellón, seguramente porque alguien lo empujó o perdió el sostén con que los plantan. Reaccioné como es de rigor en estos casos, maldiciendo a nuestro Servicio de Parques y Jardines y al ocioso que le quitó el sostén al árbol, pero un día decidí que yo podía hacer algo. Busqué un palo de escoba en la oficina, puse algunas herramientas en el coche y cuando salí de trabajar me detuve junto al árbol, clavé el palo de escoba, levanté el árbol, lo sujeté al palo de escoba y lo amarré. Llevaba un bote con agua que derramé junto al árbol, y tomé la costumbre de regarlo cada día. Como una semana después apareció el del Parques y Jardines con un madero más adecuado, y entre los dos se lo pusimos, sujetamos mejor el árbol y lo sigo regando cada día. Espero que dentro de algunos años tenga la satisfacción de verlo crecido, de unos 20 ó 30 metros, y todavía me acuerde que yo lo levanté.
Esta hazaña no me servirá para postularme ni a diputado local, lo sé, pero fue una manita de gato a mi ciudad. Lo invito a usted a que busque una pequeña contribución para su propia comunidad. No lo va a tener que hacer por toda la vida, nada más mientras los políticos enderezan este árbol caído que es México.
Mi estimado cuñado totalmente de acuerdo con los conceptos vertidos en tu artículo.
Es deplorable el nivel de políticos (mentirosos y corruptos) que tenemos. Lo mismo dará por quien votemos. Estoy convencido que del color que salga NO solucionará ni mis problemas ni los del páis. Sólo una sociedad civil activa, propositiva, reflexiva y consciente podrá cambiar las condiciones de este país. No queda de otra: trabajar con honestidad y responsabilidad. Un abrazo.
Voto por ti para la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.
No me perjudiques de esa manera, yo quiero seguir escribiendo, y no se me da el engolamiento de voz para decir “Señor Gobernador” o “Señor(a) Presidente(a)”. Además ese puesto no es de elección popular. Además ningún candidato me debe nada, salvo mis críticas continuas. Además ese puesto lo tienen reservado para pagar cuotas de partidos aliados, como por ejemplo aquí en Ags. Además todavía no sé cómo hacer llover, nuestro mayor problema de recursos naturales. Además yo soy matemático, no sé de plantas. Mejor postúlame para una beca de Conacyt o Conaculta, esa sí la aceptaría.
JL