1-Antecedentes
Todo transcurrió bien mientras los asesores pudieron controlar la situación. Hubo un poco de peligro antes de la elección de gobernador en Edomex el año 2005, pero fue ayudado por un PAN debilitado y una candidata del PRD a la que le encontraron más de un acta de nacimiento (de diferentes estados, por supuesto). Ya desde entonces, aún más joven y guapo que ahora, muchas damas sucumbieron a sus encantos de espectacular. Edomex había aguantado 6 años a Arturo Montiel, que no califica en concurso de belleza ni siquiera para juez; el nuevo rostro fue bienvenido. Como gobernador hizo lo que tenía que hacer: muchas obras, dejar que sus operadores controlaran un estado tradicionalmente priísta, y lucir la imagen. En el camino se le murió la mujer (más adelante el viudo no sabría contestar de qué murió), sus aliados de las televisoras la hicieron de casamenteros y le consiguieron novia estrella de telenovelas, las damas de todo el país empezaron a suspirar.
Terminó el sexenio y ya era candidato virtual a la presidencia de su partido el PRI, donde sí existe disciplina, y Beltrones declinó participar. A la cargada, como en los viejos tiempos, se lanzaron jóvenes y dinosaurios, muchas ratas y uno que otro honrado, y quedó como candidato único. El camino parecía allanado, así lo decían las encuestas. Se considera adecuado para la imagen de un candidato que también sea autor, y vieron la forma de asesorarlo para colocar la cereza al pastel. Llegó el día de presentar el libro, y qué mejor lugar que la FIL.
Hace 6 años yo les dije a mis amigos que con López Obrador nada más era cuestión de dejarlo hablar para que solo se tropezara; hoy no lo podría decir, pero hoy afirmo que con Enrique Peña Nieto todo es cosa de dejarlo hablar. Digo “hablar”, no “leer”. En cuanto se le pidió que respondiera una pregunta que no formaba parte del libreto empezaron a aparecer los problemas, que son de varias clases. El más obvio fue el olvido de nombre y autor de tres libros (cualesquiera que él quisiera elegir); no se me ocurre una pregunta más sencilla a un autor que está presentando su libro. El segundo problema fue la incapacidad de hablar coherentemente, porque únicamente cantinfleó. El tercer problema fue la falta de chispa, ese fuego que debe residir permanentemente en la cabeza de cualquiera que se precie de político; no reviró, no dio una cátedra, no contó un chiste, no dijo más que frases comunes, no contestó nada de sustancia.
Al día siguiente, la niña de sus ojos nos insulta a todos los que estamos de este lado del poder, es decir, afuera, y nos llama proles y pendejos.
Aparecen disculpas públicas obligadas de EPN por su olvido y por la “reacción emotiva” de su hija. La niña de sus ojos también dice que lo siente mucho.
Se genera una discusión en los medios, en Twitter y en las redes sociales como la que hubo en Egipto antes de que cayera el gobierno de Mubarak a principios de año. La reacción oficial del PRI, dicha por la actual presidenta, es minimizar el hecho –no hay que hacer tanta alharaca- y señalar los errores de todo mundo, como si los errores de todo mundo justificaran los de EPN. Si alguien no sabía o dudaba de la capacidad intelectual de Peña Nieto, ahora es del dominio público.
2-Lectura del incidente
Claro que a cualquiera se le olvida un nombre, no nada más a EPN. El problema es que ahí se le olvidaron todos los nombres, no nada más uno. Le pidieron mencionar tres libros, los que él quisiera, y no atinó a responder, lo que habla de una ignorancia enciclopédica en eso que ha sido la base de la cultura en el mundo: los libros. Mostró además su falta de inteligencia, mostrada al mismo tiempo en el pobre manejo del lenguaje y en la falta de ideas. Mostró su falta de preparación, y advertir que en la FIL no es cuestión de lucir estilo sino de mostrar ideas. El autor premiado este año en la FIL (Fernando Vallejo) pierde 10-0 en duelo de belleza con EPN, pero gana 10-1 en cultura e inteligencia y simpatía (le recomiendo que lea la crónica de lo que dijo ahí). Mostró su soberbia, porque se acercó a la feria del libro más importante de Latinoamérica como si se tratara de un evento del PRI o de sus amigos en la TV. Mostró desprecio para todos los mexicanos, que mucho necesitamos y (algunos) queremos políticos de nivel, para lo que inteligencia es un requisito indispensable.
Algunos políticos salen adelante por la fuerza de su carisma, como Colosio, como Fox en su campaña presidencial, como Felipe Calderón que le arrebató la nominación panista al gallo de Fox. Pero no es el caso de EPN. El es hechura del grupo que está detrás de él, él está apoyado por asesores que le dicen lo que tiene que decir, lo entrenan para responder a preguntas de cajón, expertos en imagen que le seleccionan en tiendas de Beverly Hills el atuendo, un grupo con recursos políticos y económicos como para poder empujar y financiar una campaña presidencial de 6 años de duración; posiblemente le enseñaron esos pocos movimientos acartonados que utiliza al hablar, posiblemente fue espontáneo el brazo en alto cuando la cargada. A Peña Nieto le escriben los discursos (como a casi todos los políticos) pero yo dudo que ante la pobre respuesta que dio en la FIL, haya sido EPN el verdadero autor de su libro.
Todo esto nos indica que EPN es hechura del grupo que lo apoya, y que pueden estar tranquilos mientras luzca estilo o conteste preguntas prefabricadas, pero que tienen que temblar cuando EPN tenga que improvisar.
El mayor problema que yo veo es que ese grupo haya elegido precisamente a un personaje como EPN: 99% face, 1% book. Esto significa que ellos calcularon que los mexicanos no nos fijamos en otras cosas que no sea el exterior, que nos importa más el peinado que el discurso, que estamos contentos con que salga en la portada de las revistas sociales, que estamos agradecidos porque Televisa concertó una boda de cuento de hadas. Esto significa que para su grupo, los mexicanos somos unos idiotas que nada más nos fijamos en el exterior. Entiendo que las mujeres puedan suspirar por un hombre guapo, pero como dice la propaganda ficticia de Librerías Gandhi: “no seas tonta: te va a fastidiar, no te va a c…”
Tanto EPN como su grupo adoptan frente a todo México y frente al electorado la posición soberbia de que también en política una imagen vale más que mil palabras. Para ellos, los electores somos consumidores y no ciudadanos. Nos han estado tratando de convencer durante 6 años como si se tratara de una campaña de publicidad, como si a fuerza de portadas de revistas nos fueran a convencer de que EPN es el mejor. Ese grupo considera que es posible darnos gato por liebre, en este caso convencernos de que alguien que no pudo dar tres nombres de libros va a ser un buen presidente, y nos aseguran que aún así escribió un libro, aunque tenga que citar su propio libro con acordeón. EPN y su grupo piensan que usted y yo somos unos imbéciles. Quieren manipularnos, no convencernos. Quieren servirse con nuestro voto, no hay vocación de servicio en ellos.
El grupo que lo respalda pudo haber elegido otro (el PRI tiene elementos valiosos), pero eligieron a EPN. Sus virtudes son obvias: joven y guapo y nunca pierde el estilo, a pesar de que esté diciendo tonterías. Jesús Silva Herzog trata de defenderlo (Debajo del copete, Reforma, 5.12.2011) diciendo que aunque no tiene soltura, no se ha desviado de su camino y ha caminado en línea recta. Es cierto: le dijeron sus asesores “te vas por ahí” y él se fue por ahí, porque no se le ocurrió irse por otro lado. Ese es el gran problema, que no se le ocurrió. México necesita un presidente al que sí se le ocurran las ideas. ¿El cargo más difícil en todo el país en manos de alguien que no recuerda los nombres de tres libros? No, gracias.
EPN y su grupo insultaron a la cultura y la inteligencia mexicanas en la FIL. Ya sé que nuestro promedio de libros al año es el de EPN, pero aún así, tenemos a Carlos Fuentes, a Octavio Paz, a Carlos Elizondo Mayer-Serra, y también usted y yo contamos. Y aún así, se atrevió a presentarse en la FIL, presumiendo de autor y sin memoria y sin ideas. ¿De qué se trata? ¿De ir a la mayor feria del libro y decir en nuestras narices que no somos capaces de darnos cuenta de que nos quieren dar gato por liebre?
EPN y su grupo son soberbios. La niña de sus ojos es parte de su grupo, y su mensaje en Twitter es la voz oficial de su grupo: “un saludo a toda la bola de pendejos, que forman parte de la prole”. Digo voz oficial porque con los hechos es exactamente lo que nos dicen: que somos unos pendejos, que somos una manada, y que somos la prole, la clase trabajadora. Dicen que los borrachos, los niños y los que están muy enojados dicen la verdad, y ese fue el caso de Paulina. EPN y su grupo desprecian a la “prole”, esos millones de mexicanos a los que el próximo julio nos van a pedir el voto.
3-El Golem bien peinado.
La leyenda del rabino Judah Loewe ben Bezalel, que vivió en Praga alrededor de 1600, cuenta que para defender a los judíos de los ataques del emperador Rodolfo II, jugó a ser Dios y como Él, creó una figura humana hecha de barro a la que quiso dar vida; se dice que esa figura, llamada Golem, era fuerte y poderosa, ayudó a defender a los judíos y su sinagoga, pero no fue posible dotarla del entendimiento que tienen los hombres, perdieron el control de la criatura y tuvieron que amarrarla y encerrarla.
Borges tiene un hermoso poema, llamado El Golem (El Otro, el mismo, 1964. El autor lo declara su libro favorito), donde nos relata con versos de historia esta leyenda:
El rabí le explicaba el universo
Esto es mi pie; esto es el tuyo; esto es la soga
Y logró, al cabo de años, que el perverso
Barriera bien o mal la sinagoga.
Tal vez hubo un error en la grafía
O en la articulación del Sacro Nombre;
A pesar de tan alta hechicería,
No aprendió a hablar el aprendiz de hombre.
El rabí había conjurado el Nombre de Dios y hallado la permutación mágica que le permitió dotar de vida a su criatura, pero solamente lo pudo hacer a medias; no pudo darle ni la risa, ni el llanto, ni el pensamiento, ni el olvido (puesto que nunca aprendió). Le leyenda cuenta que el Golem se volvió incontrolable, y para evitar que dañara no nada más a los gentiles sino también a los judíos, lo sujetaron y lo guardaron, escondido, en el ático de la Sinagoga Vieja de Praga.
Inevitablemente pensé en esta leyenda cuando veo el personaje que han fabricado los políticos priístas. Lo enseñaron a caminar, a posar, a mirar a la cámara, a mover los brazos (aunque sea sin mucha soltura). Le dieron alguna ayuda para escribir un libro, lo pusieron frente a la intelligentsia mexicana y pasó lo que tenía que pasar.
Entre las incontables burlas que aparecieron esta semana está un remake de Hitler regañando a sus generales (escena tomada de la película Der Untergang, La Caída), donde el dictador actúa como el jefe del grupo que está detrás de EPN: el que lo formó, lo hizo gobernador, lo apoya y lo financia, y quiere hacerlo presidente. Hitler echa pestes del fiasco en la FIL, del insulto que Paulina Peña hizo al proletariado, regaña a todo mundo, hace el recuento de los daños y se pregunta qué va a hacer con un candidato que no pudo responder esa pregunta.
El fiasco de la FIL son muy malas noticias para el grupo de EPN. El más inmediato es el daño a la campaña, que estaba volando muy alto y a partir del sábado pasado entró en caída libre. Pero la lectura más aterradora para su grupo es imaginar lo que sucederá si EPN llega a ser presidente. Hasta ahora, EPN ha sido un instrumento dócil, sin perder la calma ni el estilo ni decir nada memorable. ¿Es más conveniente una actriz para esposa que una rica heredera? Adelante, que sea guapa. ¿Hay que escribir un libro? Adelante, por favor que alguien me dicte. ¿Hay que ir a la FIL? También adelante, pásenme el libreto. Por ahora, tanto EPN como su grupo tienen exactamente el mismo interés, llegar a la presidencia. Sin embargo, una vez en la presidencia, este político crecido a base de mercadotecnia sería el presidente, estaría investido del poder, y tendría que responder a mil circunstancias imprevistas, proporcionando respuestas vacías o inesperadas. Una cosa es cantinflear ante intelectuales, y otra será tomar decisiones como presidente. Por ejemplo, ¿guardará lealtad a su grupo, sabiendo que es el mandamás?
Para México, no puedo aún imaginar la trascendencia de ese fiasco, si EPN llega a presidente. En la FIL fue el error de un ciudadano y problema de él, pero los errores de un presidente tienen impacto en todo el país. No va a poder navegar todo el sexenio con declaraciones como la de hoy, cuando le respondió al Presidente sus señalamientos sobre las elecciones de Michoacán: “me preocupa el tono de las descalificaciones de quien es Jefe de Estado y que debe estar para gobernar a todos y generar condiciones óptimas para el pleno ejercicio de nuestra democracia”. ¿Qué quiso decir? Nada, dijo una verdad tan general que no sirve para nada y que recuerda el discurso priísta de 1970. Se parecen los políticos priístas a Chejov, en que le pagaban por línea de texto producida. Pero nada más en eso se parecen.
4-Si no fuera por la risa, México ya se habría suicidado
Mi padre me contaba de un letrero que estaba en Los Pinos: aquí vive el presidente, el que manda vive enfrente. Eran los tiempos del maximato, cuando Calles quería seguir mandando, hasta que Cárdenas lo desterró. Pregunto si el líder del grupo que controla a EPN se va a mudar junto a Los Pinos, o al menos tenderán un cable de fibra óptica sin golondrinas en los alambres.
Cuando terminaba el mandato de Jimmy Carter, los republicanos empujaban la campaña de Ronald Reagan con el siguiente anuncio: “We had a clown four years; why not an actor?” (Tuvimos un payaso por 4 años; ¿por qué no un actor?)
México se divide ahora en dos grupos: los que actúan los chistes y los que los festejamos, como en la época soviética: ¿quién construyó el canal del Mar Báltico? Dos grupos: de un lado del canal, los que contaban chistes, del otro lado, los que se reían.
El burro de Librería Gandhi dice: Me quieren por mi cuerpo, no por mi cabeza.
Este fragmento es del grupo cómico-musical argentino Les Luthiers. El presidente de la hermana República de Feudalia, mariscal Manuel Anzábal, toma el juramento de práctica a nuevos ministros, en una ceremonia que se lleva a cabo en el circo estatal capitalino. Juran los nuevos ministros. De salud pública, general Roberto Freggioni. De agricultura, contraalmirante Esteban Rómulo Capdeville. De vías navegables, brigadier Jorge McLennon. Y de educación y cultura, cabo primero Anastasio López.
En la época en que Alfonsín era presidente de Argentina escuché este chiste: la diferencia entre EEUU y Argentina es que en EEUU cualquier ciudadano puede ser presidente, y en Argentina cualquier tarugo puede ser presidente.
Pregunta la maestra a Pepito: “¿cuándo murió Alejandro de Macedonia?” Pepito acepta con pena que no sabe, y le cede la pregunta a Enrique, que contesta sin despeinarse: “¿Murió Alejandro de Macedonia? ¡Qué mal está eso! Yo ni siquiera me había enterado…”
Proverbio ruso: Цирк уехал, а клоуны остались (tsirk uéjal, a clowni ostalis): El circo se fue, se quedaron los payasos. Esto diremos los mexicanos después de las siguientes elecciones.
La mayoría de los políticos de México no tienen título porque quedaron a deber una materia: la materia gris.
Después de la Creación se acerca a Dios una delegación de varios países para protestar por las riquezas que le había dado a México. Él contesta: “no se enojen, también les puse partidos políticos”.
Este momento es de risa para todo México, aprovechemos. Ya llegarán tiempos en que lloraremos.
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