En la campaña se habló de promesas, disparates, puntadas, mochamanos y quizá por error también de algunos temas serios. Son tantos los asuntos importantes del país que los candidatos tuvieron oportunidad de elegir los que les gustaban e ignorar los que no entendían. Naturalmente que todos prometieron trabajo y bienestar, pero más allá de declaraciones no vi propuestas serias; más que propuestas, fueron expresiones de buenos deseos lo que yo escuché de los candidatos En este artículo presento algunos temas que son extraordinariamente importantes para México, y que salvo equivocación mía, brillaron por su ausencia en la campaña.
1-Relación estrecha entre Educación – Ciencia – Creación tecnológica – Empresa.
¿Se ha preguntado Ud. por qué Estados Unidos tiene tantos premios Nobel? Tengo una respuesta a la mano, han sabido combinar estos cuatro factores. Ese país se distinguió desde el principio porque sus ciudadanos tomaron la iniciativa para impulsar la educación, y los ricos donaron parte de su fortuna como patrimonio de universidades: el primero fue Thomas Jefferson, presidente, quien encabezó un comité al que se le juntaron otros dos expresidentes para crear la Universidad de Virginia. Otro muy notable es Johns Hopkins, un empresario cuáquero que creó la Johns Hopkins University. Vanderbilt fundó la Universidad Vanderbilt, el Instituto de Estudios Avanzados en Princeton (donde trabajó Einstein) lo creó el magnate Abraham Flexner, Louis Stanford la Stanford University, etc. Actualmente el gobierno otorga generosos subsidios –grants- para investigación científica, y estudiantes de todo el mundo aplican a las universidades de EEUU para trabajar ahí. No es ninguna coincidencia que ahí esté Silicon Valley, que en la Universidad de Chicago hayan construido el primer reactor nuclear, que la mayoría de las patentes del mundo sean norteamericanas. Se creó un círculo virtuoso en donde existían universidades, se impulsaba el estudio de la ciencia, hay dinero para investigación y creación, y hay empresas que aprovechan esos talentos.
Repase usted la lista de los premios nobel de ese país, y verá que hay muchos cuyo apellido no “suena” a norteamericano, sino a francés, alemán, ruso, judío, hindú y mexicano (Mario Molina). Para mí eso es una prueba de que el talento está en todas partes, pero no en cualquier lugar se le sabe apoyar.
En contraste con este círculo virtuoso, aquí todavía debatimos si a los maestros hay que hacerles examen, si el examen influirá en su posición (si no, ¿entonces para qué hacer examen?), si los “derechos de los trabajadores” han sido vulnerados con la Reforma Educativa. Yo daría un premio jugoso al que diseñara el mejor robot, o inventara un método eficiente para desalinizar el agua, le daría publicidad a la olimpiada de matemáticas, duplicaría y vigilaría el presupuesto del CONACYT.
2-El mar.
México tiene 9,333 km de costa. ¿Qué más necesitamos para ser potencia marítima comercial? No soy experto en el tema, pero me parece que prácticamente la especie marítima que Ud. mencione aparecerá en nuestros litorales. Este es un recurso completamente subaprovechado, al que le sacan provecho los japoneses, norteamericanos, y también los narcos colombianos, navegando en pequeños submarinos. ¿Usted recuerda alguna discusión seria sobre el mar en la campaña? Yo no.
3-La geografía no nos ayuda mucho. ¿Qué hacer?
He mencionado al Mississippi, bendición para su país: comunica con vía navegable desde la frontera con Canadá hasta el Golfo de México, sirve de vía de comunicación y para aprovechar tanta agua como se quiera. México nada más tiene ríos de mediano caudal en el sureste, pero atraviesan la sierra, se forman rápidos y son buenos para deportes extremos, pero no para la navegación. Las Sierras Madre son pintorescas pero también un obstáculo para la comunicación, no de balde se tardaron 70 años en hacer una carretera decente entre Durango y Mazatlán, después de la del Espinazo del Diablo. En contraste con Estados Unidos, que tiene una gran parte de superficie plana desde la costa (la cuenca del Mississippi) y cuenta con muchos ríos navegables, en México las comunicaciones están obligadas a ser por tierra o por aire. Este es el país que nos tocó y hay que sacar el provecho posible. No escuché un solo plan serio para mejorar las comunicaciones, creo que todavía no le añadimos un km a las vías férreas que nos dejó Don Porfirio, solamente escuché el disparate del tren bala que creí olvidado hace 12 años: hacer un tren bala desde CDMX hasta la frontera norte, sin estudio de factibilidad, análisis de costo beneficio, razones para elegir cierto punto de la frontera y no otro, alternativas a ese tren. Tampoco escuché un planteamiento a fondo sobre carreteras, aunque cierto es que muchas se han construido en los últimos años. Lamentablemente en los últimos años vamos para atrás, porque hasta la seguridad en las carreteras está en entredicho.
4-Producción Agrícola.
En primaria los profesores aprovechaban una casualidad, que el terreno nacional puede asemejarse a un cuerno, el “cuerno de la abundancia”. Invariablemente todos los candidatos están más que dispuestos a apoyar al campo, aunque la forma en que lo harán está en el aire. Viene al caso el emporio agrícola de Sinaloa: es una franja de terreno plano, 400 km entre la costa y la sierra, con ancho promedio de 80 km. El terreno de por sí no es la gran cosa, porque las lluvias son irregulares (no son tan abundantes como en el Golfo), pero a alguien se le ocurrió que construyendo una serie de presas y presitas que capten el agua de la sierra, se podría irrigar esa zona. El visitante que viaja por carretera de Mazatlán hacia el norte goza un festín de color verde todo el camino, a ambos lados, hasta donde alcanza la vista. Los terrenos no fueron vendidos o asignados (no conozco la historia) con fines asistencialistas y de propaganda, son terrenos grandes, de trazo regular, que no pretenden que el dueño tenga el mínimo para subsistencia, sino que pueda explotar la tierra y hacer negocio con ella. Todo el año hay caravanas de trailers a la frontera norte llevando productos agrícolas de Sinaloa, como tomate, y la derrama económica de esa actividad es extraordinaria, comparada con la de cualquier otro estado, hablando en términos agrícolas. Echeverría quiso meter las narices en los terrenos del Noroeste, pero en este país no hay mal que dure seis años y afortunadamente se fue; Sinaloa ha gozado de relativa tranquilidad en lo que se refiere a tenencia de la tierra, al revés de muchos estados del país, que arrastran la lacra de esas minipropiedades que no sirven ni para subsistencia.
Hay otros estados con potencial igual o semejante, como Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche; en mi opinión hay dos grandes detonantes de la actividad agrícola: agua y ganas de trabajar. Lamentablemente Veracruz, otro estado bendecido por la Providencia, ha sido maldecido por el petróleo, y hasta el momento gana el petróleo.
Tampoco escuché una discusión seria sobre el campo, pero me viene a la memoria un letrero que vi en una barda junto a la carretera Celaya – Querétaro: hay que dar de comer al campo. Todavía ahora (más de 10 años después) me sigue asombrando, ¿no era al revés? ¿no es el campo quien tiene que alimentar al resto de la población?
Tengo a la mano un ejemplo, La Huerta, negocio de la familia Arteaga. Inclusive en Aguascalientes, donde el agua no es precisamente abundante, es posible crear y hacer crecer una empresa modelo en producción agrícola.
5-Pluris y otros parásitos.
Quizá este tema ni debería mencionarlo, porque en la campaña anterior Peña Nieto prometió eliminar 200 pluris, pero la esperanza muere al último. Pasa el tiempo y la evidencia me convence cada vez más que la clase política es un parásito, una sanguijuela que nos está chupando la sangre. Con muy pocas expectativas, pero sigo deseando que les den las gracias por sus servicios a la mitad de los diputados y senadores, empezando por los pluris. No lo escuché en esta campaña, más que en una forma muy ambigua por AMLO, es decir, como siempre habla.
6-Energías limpias.
En el último debate Anaya habló de una realidad: el mundo se está moviendo hacia las energías renovables, y con unos pocos paneles es suficiente para que la casa promedio en este país se despida de la cuenta de luz. Esto último me consta, en la oficina pusimos un sistema de paneles solares y la cuenta de la CFE nos llega en $150, el mínimo aceptable y muy justo, porque la CFE nos proporciona un servicio en las noches, cuando los paneles no producen electricidad. México tiene un potencial ENORME para producción de electricidad mediante paneles solares, por la gran superficie soleada durante casi todos los días del año. En vez de hablar como disco rayado “de los ahorros del combate a la corrupción… amén”, sería muy bien recibido un plan de energía solar, que representaría un beneficio directo al usuario de la CFE –casi todo el país- y que podría provocar un excedente de energía eléctrica, utilizable para lo que usted guste.
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