1-Las aldeas Potiomkin.
El príncipe Grigoriy Potiomkin (Григорий А. Потёмкин, 1739-1791) es un personaje digno de recordar. Hizo méritos sumamente personales ante la emperatriz de Rusia Catalina la Grande, creó una forma de gobierno que sirve de modelo a cualquier político, y se le puede considerar el primer chapulín de la historia, destronando a Porfirio Muñoz Ledo y cualquiera de sus contrincantes al título de Fundador de la dinastía Chapulínez.
Potiomkin nació en una familia noble pero empobrecida, se enroló en el ejército muy joven, estudió en la escuela para guardias, se graduó, llevó una vida licenciosa, tuvo suerte y la aprovechó. En 1762 comandaba uno de los regimientos que cuidaban al zar Pedro III, esposo de Catalina, cuando su amante Grigoriy Orlov organizó un golpe de estado para eliminar al zar, que tuvo éxito. No está claro si Potiomkin facilitó el camino de la revuelta, pero sí es un hecho que dio su primer brinco: siguió al mando de su regimiento, ahora sí, cuidando en serio a la zarina Catalina. La surte siguió sonriendo porque durante una de las actividades favoritas de la zarina, pasar revista a sus regimientos, Potiomkin notó que faltaba cierto ornamento en el atuendo de Catalina, se lo ofreció galantemente, su caballo no quería despegarse de Su Majestad, Potiomkin entendió lo que le quería decir su montura y lanzó su mejor sonrisa a la emperatriz, que le otorgó la primera de sus promociones.
Orlov y Catalina tenían el mismo problema que cualquier pareja de muchos años: cada vez se veían más viejos entre sí. Orlov resolvió su problema temerariamente: consiguió amantes jóvenes hasta que la emperatriz razonó, con razón, que con mayor razón ella podía hacer lo mismo y Potiomkin se convirtió en su amante, heredando el gigantesco lecho imperial y el puesto de principal consejero que tenía Orlov. Con una mezcla de galantería, buena presencia, sexappeal, modales elegantes, conocimientos de historia, y buena memoria, aconsejó a Catalina en asuntos chicos y grandes, se convirtió en poder tras el trono, disfrutó la vida y Catalina lo disfrutó, también por un rato.
En 1787 Rusia había ganado una guerra contra los turcos y se hizo del territorio que ahora es Crimea y la parte sudeste de Ucrania. Potiomkin organizó una gira de Catalina para mostrar sus nuevos territorios, y pensó que para entusiasmarla lo mejor sería encontrar una vida modelo, la vida a la que todo súbdito de la emperatriz podía aspirar: a lo largo de la ruta, por tierra y por río, mandó hacer aldeas de fachada, como las que se usan en teatro o en estudios de cine, bañaron y desinfectaron a los campesinos –las chinches eran una verdadera plaga en toda Rusia-, los vistieron de ropas nuevas y los hacían vitorear a la soberana, quien siempre los miraba desde lejos con el pretexto de su seguridad, y una vez que había pasado el cortejo, se llevaban las fachadas de casas y edificios, reclamaban la ropa nueva, y los campesinos volvían a su vida miserable de siempre.
El viaje fue un éxito y sirvió para que Potiomkin conservara al menos uno de sus empleos; Catalina razonó que así como Orlov ya estaba viejo cuando lo despachó, así también Potiomkin había perdido galanura y fogosidad, era tiempo de cambiarlo, sin necesidad de arriesgar el trono: Potiomkin fue cesado como amante pero había sido un buen consejero y conservó el puesto, ampliado a Consejero de los Amantes de la Emperatriz, con la intención secreta de controlar a esos jovencitos y no dejar que alguno de ellos se pasara de vivo y quisiera reclamar posiciones fuera del lecho imperial.
De este nombre conservamos el recuerdo, una historia vigente en todo país que se precie de tercermundista, un acorazado, una película y una expresión: Aldea Potiomkin, que significa lo que usted piensa.
2-El Salón Potiomkin de Palacio Nacional
Mis servicios de inteligencia me han informado que hay interés serio en la clase política por renombrar el Salón Tesorería, donde se celebran las mañaneras, como Salón Potiomkin, y elevarlo a la calidad de pueblo mágico. La razón es que de ese lugar han salido noticias para todos los mexicanos sobre lo maravilloso que es la vida en nuestro país: está domada la crisis -¿cuál? La que sea, todas están domadas- el pueblo está feliz, feliz, feliz,
Los oponentes a la idea critican la elección del nombre, argumentando que las aldeas Potiomkin eran para convencer al poder, no al pueblo, aquí es al revés; los que la defienden dicen que además de convencer a alguien, la maravilla de ese salón es que no se necesita ninguna decoración: unas cuantas sillas como esas que regala la Coca pero pintadas de gris, que no sean muchas por aquello del virus, las cámaras de televisión y el equivalente de los campesinos rusos, es decir un Regimiento de Paleros al mando del Sargento 1º Lord Molécula; eso es suficiente para que el presidente vea, oiga, huela y siente cuán hermoso, próspero, saludable y recién bañado es todo México. “Esto es definitivamente magia, no sé cómo explicarlo. Nadie fue a fotografiar el castillo de Luis II de Baviera, ni los Jardines de Bologna, ni pidieron prestadas los barcos con que filmaron la vida de Isabel de Inglaterra, y es como si el presidente viera a Calvillo prácticamente igual a Florencia. Él se entusiasma, hace una pausa, y cuando regresa está transfigurado y dispuesto a convencer a todos los mexicanos que estamos en el mejor de los mundos imposibles”, me dice uno de mis informantes, quien habló a condición de respetar su anonimato.
Desde que empezó el sexenio hemos sido bombardeados con noticias que no me recuerdan el país que conozco, me suenan a país de imaginación, a utopía en donde todo es posible. ¿Cuál es el motivo para decir una y otra vez que vamos bien? ¿Quién podrá creerle? Yo pienso que nadie, porque si bien la popularidad del presidente continúa alta, al momento de preguntar a la gente por situaciones concretas como inseguridad, empleo, salud, economía, las respuestas son claramente no. ¿A quién quiere engañar Andrés López cuando dice que ya domamos la curva?
A nadie, y lo descubrí al recordar una frase, creo de Tácito:
Mientras peor es el gobierno, más leyes produce.
Esto sucede efectivamente, tratando de producir leyes a modo mientras tiene control del Congreso: para controlar el presupuesto, para anular las energías limpias, para estar en posición de controlar tal o cual Comisión del congreso, para extender el período del gobernador en BC. Los resultados, inclusive en la destrucción, son a mediano y largo plazo, y mientras eso sucede el presidente ocupa su tiempo en una variación de Tácito:
Mientras peor es el gobernante, más circo regala al público.
3-Decretar desde la pista central.
El sexenio completo es una lista creciente de lo que sucede en la imaginación del presidente:
- Se abre la puerta sur a inmigrantes centroamericanos para que ingresen a EEUU, pero sin hacer desorden en México.
- Obligado por consulta patito, cancela el NAIM para combatir la corrupción.
- Lucha contra el huachicol.
- Cada mañanera es una lista indocumentada de logros indocumentados, es decir ni se dice qué ha logrado la 4T, ni se sustentan los logros individuales.
- Se declaró un Catecismo Moral como el apéndice que faltaba a las Tablas de Moisés.
- Giras y más giras.
- El coronavirus no pasa de catarrito; abrazos y besos, tacos en la fonda; salgan a la calle; ya llegamos al máximo; ya doblegamos el virus, hablen con Gatell, ese no es mi asunto; hay que salir otra vez a la calle.
- Yo con mi detente ya la hice.
- Los médicos son mercaderes del dolor ajeno.
- Hoy 16.6.2020 se publica la noticia de que el gobierno se ha convertido en chatarrero, puesto que va a vender el acero que se quedó en el NAIM.
- El mundo no está dividido en malos y buenos, sino en fifís y seguidores de 4T.
- Se va a hacer el Tren Maya, y Dos Bocas, y más refinerías se rehabilitarán.
- En diarios y revistas hay todos los días cientos de comentarios de lectores (?) a los artículos en donde se habla mal del presidente; invariablemente dicen que Calderón era borracho, o que Peña Nieto un ladrón, que la corrupción estaba desde antes, que el escritor del artículo es chayotero, etc. Nunca se habla de los emisarios del pasado que están con la 4T, quienes también son dignos de crítica, como Romero Deschamps, Napoleón Gómez, Bartlett; el mismo López Obrador ha puesto el modelo a seguir para todos los chapulines, puesto que de asaltante de pozos petroleros llegó a presidente, pasando por todos los partidos intermedios, pero ninguno de esos lectores (sic) osa criticarlo.
- El presidente defiende a Bartlett.
- Los grandes periodistas del pasado siempre estuvieron con la “transformación”.
- Barbosa y su ley patito sobre educación.
- Voy a crear 2 millones de empleos
- Cero apoyo a la IP, si tienen problemas, que se rasquen con sus uñas.
- Se rifa y no se rifa el avión presidencial.
- Se crea el Instituto para devolver al pueblo lo robado, que próximamente se convertirá en una subsecretaría de la Secretaría del Bienestar.
- Los ventiladores de la Rumorosa están feos.
- Leyes contra las energías limpias, amparos contra esas leyes, suspensión y otorgamiento de los amparos, nuevas leyes se emiten para que el C. Juez lo piense mejor y ya no ponga trabas a las 4T.
- Ahorros de 500,000 millones por el combate a la corrupción.
- Hacia 2015: voy a hacer crecer el PIB al 4%
- En 2020: el PIB está muerto, lo que debemos buscar es la felicidad.
- La felicidad no está en las cosas materiales sino en nuestro interior.
- Conferencias vespertinas de Gatell, en la pista secundaria del circo.
- Intrigas en el Congreso, convertido en tercera pista.
- Estás con la 4T o estás contra ella.
- Si te secuestran, es porque eres rico, dice AMLO en un video; solución, que todos seamos buenos, lo que es utopía; más bien creo que la solución propuesta es que todos seamos pobres.
La lista está abierta a los que usted recuerde y los que invente el presidente hoy y mañana y todos los días. ¿Por qué esta diarrea de declaraciones, casi todas evidentemente falsas o sin el mínimo sentido? Mi opinión es que alguien le tradujo las palabras de Oscar Wilde:
There is only one thing worse than being talked about; not being talked about.
Solamente hay algo peor a que hablen de uno: que no hablen de uno.
Lo cual no es más que una variación del dicho pégame, pero no me dejes, y dice lo mismo que la letra de una canción odio quiero más que indiferencia. Andrés López prefiere quedar como un imbécil, o un ignorante, o un mentiroso, con tal de mantener la atención del público. O sabe que no va a quedar como un mentiroso, porque sabe que el pueblo posee una educación deplorable. Qué bueno que nadie le preguntó, como a Peña Nieto, que nombrara los tres libros que más han influido en su vida, porque ciertamente no da muestras de conocer ninguno; es más, yo creo no ha leído ni siquiera los que él escribió.
El sexenio ha sido un ataque miserable al analfabetismo educativo del país para hacerlo más grande: deshace la Reforma Educativa (que no era más que quitar al sindicato la prerrogativa de contratar profesores y promoverlos), promueve 100 universidades gansito quitando dinero a la investigación científica, coloca a una ignorante al frente del CONACYT (quien elevó a científicas las recomendaciones de AMLO contra el coronavirus), pronuncia vaguedades o idioteces todos los días, y rehúye completamente el debate franco y la argumentación. ¿Qué país aguanta un presidente así? Solamente uno que sea muy bruto, como somos los mexicanos o como fue Venezuela cuando eligieron y permitieron a Chávez hacerse de más y más poder. Querido lector, querido compatriota: estás viendo la tempestad y no te hincas.
Un gobierno como el de López Obrador solamente puede gobernar en una nación de ignorantes. Este domingo Enrique Krauze publicó un artículo que defiende la versión clásica del liberalismo, limitándose a citar pensadores mexicanos como José María Luis Mora:
“El mal no está en el depositario del poder; está, sí, en el poder mismo.
Siempre que éste sea absoluto e ilimitado,
sean cuales fueren las manos en que se deposite,
ha de causar los mismos males”.
AMLO nos quiere vender la idea de que el concepto de “liberal” ya cambió, que es lo mismo que “fifí”, es decir “estar contra la 4T”. Enrique Krauze lo refuta en términos muy suaves (me gusta más la desfachatez de Héctor Aguilar Camín), y viene al caso la comparación entre escritores porque Carlos Fuentes decía de EPN en 2012 “un hombre tan ignorante no merece ser presidente”. Comparado con éste, el sexenio anterior fue uno de logros; imagínese usted si viviera todavía Carlos Fuentes, ¿qué diría de Andrés López?
México está convertido en un circo de tres pistas (el presidente, Gatell, el congreso) en donde a falta de resultados, nos quieren entretener con circo. Es la versión 2 de las Aldeas Potiomkin, en vez de servir para entretener al Soberano, es el presidente quien intenta distraernos con idioteces. Malpensado yo, creo que después de este sexenio quedaremos como los campesinos rusos cuando se fue Catalina: sin ropa, sin aldea, sin jabón.
Gracias a mi hijo Rodrigo por su ayuda para documentar la pista principal.
//16.6.2020
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