Desde hace muchos años nos hemos acostumbrado a que aumente el precio de la gasolina; no puede ser de otra manera (en México y en el mundo hay inflación) y personalmente prefiero que lo hagan así, algo así como el 1% mensual, y no como se usó en otros tiempos, cuando el gobierno tenía aún menos control de sus finanzas y de repente el aumento era del 50%. Aunque es un problema para todos los que tenemos que pagarlo, por un lado no hay muchas alternativas, y por otro lado, en el contexto de Pemex y de las finanzas nacionales, los gasolinazos mensuales son pecata minuta. Mencionaré los que en mi opinión son los mayores problemas.
0) Planteamiento general. La historia de Pemex recuerda mucho la historia del oro y la plata extraídos de la Nueva España. Durante siglos, España estuvo financiando sus guerras, su economía y el poder de la Corona con los materiales preciosos que extraía de sus colonias en América. Durante tres siglos, esa riqueza sirvió para que España creyera, entre otras cosas, que la fe católica podía imponerse por medio de las armas, y sirvió para que los banqueros holandeses se enriquecieran financiando las guerras españolas y recibiendo en pago oro y plata de las Colonias. Al finalizar la Colonia, España era una potencia de tercera clase en Europa, y del oro y la plata de América quedaba el recuerdo.
Así está sucediendo con Pemex: ha sido durante muchos años una oportunidad de financiar en buen desarrollo para el país, pero en lugar de eso ha servido para financiar al Gobierno Federal, para pagar a los miles de empleados de Pemex, para que muchos funcionarios y civiles corruptos se enriquezcan, y para que las petroleras norteamericanas hagan un pequeño negocio, comprándonos petróleo y vendiéndonos gasolina.
Pemex es un microcosmos de México en su falta de planeación, ineficiencia, corrupción y manejo demagógico, pero tiene el agravante de que ha sido una oportunidad de integrar verticalmente un mercado, el del petróleo, creando para México una cadena productiva completa del petróleo y sus derivados. Esto no ha sido así, y en mi opinión es la tercera gran oportunidad de crecimiento desperdiciada en nuestra patria[i], lejos de Dios porque quiere y cerca de Estados Unidos porque lo permitimos cuando abandonamos Texas.
1) De honores vive el hombre. Pemex nació en 1938 como una reacción para defender a los trabajadores y recuperar el petróleo para el beneficio de la Nación. Efectivamente, se bloqueó el acceso a las compañías extranjeras y creamos la casta de empleados mejor pagados del país. Sin embargo son importante las preguntas ¿dónde quedamos el resto de los mexicanos? ¿Qué beneficios trae Pemex al país, aparte del honor de poseer el petróleo?
Para el mexicano común y corriente no hay mucha diferencia, porque el precio de la gasolina en USA es semejante al precio en México (hoy, a $9.66/litro), y además se cuestiona su calidad: la gente de la frontera dice que le rinde más la gasolina que compran del otro lado. Para el país, Pemex es actualmente un dolor de cabeza. Durante muchos años se manejó con los criterios gloriosos que hicieron quebrar a los Ferrocarriles: gasto, despilfarro, enriquecimiento de funcionarios, corrupción y una serie de privilegios a los trabajadores que a cambio de ellos, tenían que estar al servicio del corporativismo. Las cosas han cambiado algo pero como cualquier empresa mal administrada, Pemex está corta de recursos, por decirlo suavemente.
2) Carga de nómina. Nuestra paternalista LFT impide que se quiten privilegios a los trabajadores, y así, gracias a los avances sindicales y a las negociaciones por debajo del agua, Pemex tiene una nómina sobrecargada en número y en privilegios. Actualmente tiene 130,000 empleados, y nadie puede decir cuántos son aviadores. En las regiones en donde hay una fuerte presencia de Pemex, la meta de la vida puede consistir en conseguir una plaza en Pemex. Comparativamente Petrobras tiene 80,500 empleados (38% menos) y vende el 72% más. Pemex tiene más empleados que Exxon-Mobil, el gigante norteamericano, que vende muchísimo más y además tiene utilidades. Pemex tiene pérdidas, por si usted no sabía.
3) Pemex es la caja chica del Gobierno Federal, que la ha utilizado para ordeñarla cuando tiene problemas de dinero, es decir, siempre. El presupuesto de ingresos 2011 es por $3,438,895.5 mlldp, y de ellos $1,010,689.70 son ingresos derivados del petróleo (29.39%). Eso está mal por todos lados: 1) el GF y la economía están petrolizadas, 2) dejan sin recursos a Pemex. 3) Pemex no se puede capitalizar y tiene que recurrir a préstamos para financiar las exploraciones. Mientras el GF siga ordeñando a Pemex lo dejará corto de recursos y lo forzará al endeudamiento, que a su vez generará intereses, mayor dificultad para avanzar, pérdidas y otras noticias que ya son comunes en este contexto.
El mercado del petróleo es un subibaja, como casi todos. La capacidad de una empresa para subsistir radica en su habilidad para ajustarse a tiempos de vacas gordas o flacas: cuando hay abundancia se tienen que crear reservas, cuando no, se aprieta el cinturón. México ha desaprovechado oportunidades grandes, como la crisis de la OPEP de los 70’s y otras no tan fuertes, que subieron el precio durante un tiempo y nada más sirvieron para que se enriquecieran funcionarios corruptos, ayudados por empresarios que se han prestado a este juego.
3) No hay integración de la cadena productiva. El Ing. Heberto Castillo decía que la riqueza del petróleo está en el procesamiento, no en la extracción; él insistía en que en vez de exportar petróleo barato, se creara en México una industria petroquímica de un nivel correspondiente al petróleo que se produce. A medida que los productos son más elaborados están menos sujetos a los vaivenes del mercado. El mejor ejemplo son los productos del campo, porque el agricultor tiene que rezarle a San Judas para que al momento de la cosecha obtenga por sus guayabas un precio conveniente; por el contrario, avanzando en la cadena productiva, las guayabas enlatadas tienen poca variación de precio, y si no le conviene al fabricante puede conservarlas así hasta que vuelva a subir el precio.
Todas las industrias tienen que invertir en investigación y desarrollo en sus propios campos. El que quiera producir lo mismo siempre, está condenado al fracaso; todos excepto Antonio Stradivarius, pero él no era una industria sino un artesano. El problema es que esto cuesta, y hablando del petróleo hablamos de miles de millones
Los resultados de Pemex, después de 73 años, son malísimos; para muestra, no es capaz de abastecer el mercado interno de gasolina: tenemos que importarla de EEUU, que la produce con el petróleo que les exportó México.
4) Corrupción. El peor ejemplo que yo recuerdo sucedió a fines de los 70’s cuando aumentaron mucho los precios del petróleo. López Portillo declaró que íbamos a administrar la abundancia, luego hubo la mayor escalada de corrupción en la historia de México, en 1982 el país estaba quebrado, el peso se devaluó por centésima vez y el presidente nacionalizó la banca, pero llorando porque no pudo defender al peso. Con números más modestos, hemos tenido corrupción en Pemex desde que se fundó: contratos asignados bajo el agua, incumplimiento de contratos sin que pase nada, etc. Desgraciadamente se ha convertido en realidad mexicana que el que no transa, no avanza.
Alternativas. En México es anatema hablar de Pemex como empresa o pretender que tenga ganancias como las tiene Telcel o Walmart; se confunde esta difusa propiedad nacional de Pemex con lo que debe ser un manejo correcto de sus recursos y de sus operaciones. Sin liquidez, sin mantenimiento de equipos, cuando llegue a estar en quiebra, vamos a incluir entre nuestros orgullos nacionales el tener que rescatarlo, y no será como cuando Lázaro Cárdenas nacionalizó el petróleo, que personas de todas las clases sociales entregaban sus joyas para contribuir a este fin.
En la medida que
- Pemex sea el establo del GF,
- Pemex no disponga de recursos propios para explorar e investigar
- Pemex tenga una enorme nómina
- Pemex sufra el saqueo de la corrupción
- Pemex no integre la cadena productiva
se acercará más y más a la quiebra, de la cual el GF responderá… con el dinero de todos nosotros. Para un antecedente, recordemos el FOBAPROA. Para otro antecedente, recordemos el oro y la plata de la Nueva España.
[i] Las otras dos oportunidades fueron 1) la riqueza de las minas en la Nueva España, y 2) la falta de colonización efectiva de Texas y la Alta California, que estaban tan lejos de México como de Washington, pero los norteamericanos tuvieron más visión y simplemente se decidieron a hacerlo, lo que aquí no se hizo.
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