El subtítulo de esta obra es “una historia del mundo a través de los ojos islámicos”, y se trata de una buena aproximación al contenido del libro. El autor, nacido en Afganistán y musulmán convencido de su fe, ha emigrado a los Estados Unidos y desde San Francisco, donde él vive, desarrolla una actividad periodística y como escritor que ya le ha ganado cierto renombre.

Esta obra está dedicada principalmente a presentar al público occidental la historia del Islam, desde su creación oficial el año de la Hégira (622), cuando Mahoma huyó a Medina con sus seguidores. Ansary habla de Mahoma con el respeto y el amor con que un escritor cristiano narra la historia de Cristo: lo reconoce profeta, guía, iluminado, señalando hechos aceptados en la Historia; además lo reconoce el último de los profetas, el fundador de propia religión del autor. No es un libro proselitista ni intenta proclamar su verdad por encima de otras; señala y valora los puntales en que se basa el Islam (fe en Allah, oración, limosnas, ayuno durante el mes de Ramadan, peregrinación a La Meca) sin hacer comparaciones de méritos entre el Islam y el Cristianismo, ni mucho menos con doctrinas como el comunismo, que sin ser religión ocupa el papel de una religión en las naciones comunistas. Ansary elude como puede temas espinosos dentro del Islam, principalmente la subordinación de la mujer al hombre: un hombre puede tener hasta cuatro esposas, puede divorciarse de una esposa diciendo simplemente “te repudio”, la mujer debe mostrar respeto y sumisión al hombre, etc. Menciona mujeres notables en la historia del Islam, que son como puntitos brillantes perdidos en un mar de personajes masculinos.

La narración que hace de los primeros tiempos del Islam (Mahoma y los cuatro primeros líderes que lo siguieron) es muy detallada, escrita con pasión y con amor por sus propios orígenes. Narra el cisma del Islam, cuando se partió en sunnitas y shiitas, en una división que subsiste hasta hoy; la división es presentada como una pérdida mayúscula para el Islam, porque el autor está convencido de que el Islam es la comunidad de los creyentes, que debería de ser única. La época dorada en que los califas asentados en Persia que gobernaron el Islam es narrada con mucho detalle también, con ejemplos importantes que nos convencen de que la asignación de genialidad a las razas humanas no es propiedad de ninguna raza, porque hay hombres dotados en todas partes, y que es maximizada cuando se encuentra favorecida por gobiernos promotores de las ciencias y de las artes, como el número uno de todos los administradores en el mundo, Nizam al-Mulk.

Naturalmente, el autor tiene que enfrentar la crisis mundial generada por los acontecimientos de 11 de septiembre. Una vez más, es diplomático y habla de la lucha entre EEUU + aliados contra el terrorismo, identificado como el Islam radicalizado, como un enfrentamiento en donde ambas partes han encontrado en su propia narrativa (es decir, en su historia y sus tradiciones) una manera de identificar y satanizar al otro al otro. Por ejemplo, los EEUU se autoproclaman líderes y defensores del mundo libre, y por lo tanto, quienes los atacan están atacando a la libertad. En la perspectiva del Islam, la visión del mundo representada por EEUU y sus aliados (entre ellos los europeos que han dominado el mundo musulmán desde hace varios siglos) no es una visión de libertad, sino de decadencia. Los islámicos consideran, con razones históricas a la mano, que los occidentales llegaron a irrumpir en la vida de las naciones islámicas desde el siglo XIX y llevaron ahí división generalizada entre la gente, divisiones forzadas entre las naciones (Irán e Iraq, Líbano, Siria, Palestina, son países creados por los occidentales, con fronteras trazadas por ellos). Los occidentales llevaron a las comunidades islámicas formas de vida y valores totalmente alejados del Islam, en suma: para los islámicos extremos, el Occidente es decadente.

Como en los dos ejemplos que mencioné, el autor documenta y analiza con razonable objetividad la historia del Islam. Este libro es una versión de esta historia que nosotros, hijos de la cultura occidental, nos beneficiaríamos en conocer. En los tres artículos que he escrito sobre el Islam, esta es una de las obras que más me sirvieron.

Tamim Ansary: Destiny disrupted.
Public Affairs
New York, 2009
390 páginas.