Si México va o no a una dictadura, todo depende de lo que entendemos por dictadura, los hechos ahí están para juzgar si son los de la definición. La primera objeción es que no ha habido golpe militar, pero así como la democracia si ha ido muriendo poco a poco en Estados Unidos y están gobernados por dos partidos, quienes a su vez reportan a la base económica que los sostiene y no a la ciudadanía, también nuestra imperfecta democracia puede pasar a manos de un dictador sin que la CIA bombardee nuestro Palacio de la Moneda. Consulté diversas fuentes y esta es mi definición de dictadura.

1-Autoridad centrada en un jefe único.

La historia nos enseña que el poder no se comparte de buena gana. Cuando murió Lenin en 1924 hubo una lucha entre los líderes bolcheviques por el poder: Trotsky por un lado, Stalin y sus amigos por el otro; Trotsky era brillante, intelectual y arrogante, Stalin no era brillante pero sí muy inteligente y astuto: el primero te abrumaba con su elocuencia y erudición, no aceptaba compromisos ni pedía favores, el segundo no tenía elocuencia salvo en la virtud de permanecer callado cuando se necesitaba, pero era un maestro de la intriga y podía prometer lo necesario para avanzar en sus propios fines. Stalin convenció a Zinoviev y Kamenev (los otros bolcheviques importantes) de aliarse con él para deshacerse de Trotsky; los convenció, Trotsky cayó y se convirtió por decreto en el enemigo público número 1 de la URSS, todos los males del país eran culpa de él, como fuera la personificación del liberalismo. Instalados los tres en el poder, Stalin buscó nuevas alianzas para deshacerse de Zinoviev y Kamenev, quienes fueron aprehendidos, juzgados y condenados a muerte; la acusación fue de trotskismo. A los nuevos aliados como Bukharin, les llegó su turno, también fueron acusados de trotskismo y ejecutados, y así sucesivamente hasta que Stalin era el dueño de la URSS hacia 1937. No quería correr riesgos, y mandó matar a Trotsky, que en 1940 vivía en Coyoacán junto con muchos refugiados que había aceptado Cárdenas.

La vida de Stalin no es sino un ejemplo de que el poder no se comparte. Otros casos fueron Napoleón y Julio César, que empezaron formando triunviratos pero terminaron dueños del poder.

En México no tuvimos triunvirato sino un flautista de Hamelin, al que siguieron infinidad de ratones que salieron de sus madrigueras en el PRI, PRD, PAN. Nótese que el flautista puso el ejemplo. Nótese que el flautista sigue el ejemplo de Stalin y no tolera la disidencia.

2-Glorificación del jefe.

En una dictadura el jefe y Dios son prácticamente indistinguibles, y de una forma burda o discreta, la propaganda del gobierno se encarga de recordar a todos quién es el que manda y por qué es precisamente él. Los jefazos que no tienen mayores méritos son los que recurren a la propaganda masiva; Napoleón y Julio César, quienes forman parte de los militares más brillantes que han existido, no necesitaban contratar bots para que los apoyaran, la gente los idolatraba y sus soldados estaban dispuestos a dar la vida por ellos. Julio César, además, se reía de buena gana de los chistes que el pueblo hacía sobre él y tenía un encargado de vagar por la ciudad para pescar ese novedades, ninguna adoración es universal; Stalin no tenía sentido del humor (los mexicanos conocemos alguien así) y cuando Osip Mandelshtam publicó en 1934 un poema satírico en donde se burlaba del origen georgiano y montañés de Stalin, de sus dedos gordos y grasosos; el poeta fue a dar al Gulag, donde desapareció en 1938. La policía secreta se enteraba que habías contado o escuchado chistes sobre Stalin, y tu destino era cortar árboles en Siberia, riesgo que no corremos los mexicanos porque los 30 millones de árboles que va a plantar López Obrador todavía están haciendo fila en el invernadero.

En una dictadura que se respete, cada vez más se borran las diferencias entre el dictador y Dios: se le atribuyen inteligencia, empatía, capacidad de trabajo, ideas brillantes, ideales adecuados al país, visión del futuro, poder para mover montañas (ya no sería necesario invocar a Mahoma), lo que sale mal siempre es culpa de otros, su imagen está en todas partes, ha escrito libros breves pero más importantes que la Torah, la Biblia y el Corán juntos, uno de ellos es literalmente la guía para todos los dilemas de la vida, como el Pequeño Libro Rojo de Marx, la Breve Historia del Partido Bolchevique de Stalin, y naturalmente el Nuevo Catecismo Moral de AMLO. El retrato del líder se distribuye por doquier, aparece hasta en la sopa o en la mañanera, lo que sea más indigesto.

3-Enemigo poderoso contra el que hay que luchar.

Ya mencioné al Trotskismo en la URSS, chupacabras soviético que después de muerto seguía rindiendo frutos, porque todavía a finales de los 40’s encontraron ciudadanos infectados de esta enfermedad. Pero una vez muerto Trotsky había que buscar nuevos enemigos, algunos llegaron de fuera –Alemania, cuando invadió la URSS en 1941- y otros que estuvieron ahí siempre, como los países burgueses, y finalmente los Estados Unidos. Fidel Castro no tenía que buscar mucho al enemigo, ahí estaba a unos cuantos kilómetros, y toda su vida satanizó al imperialismo yanqui. Eran tiempos felices en que se podían ver con claridad las diferencias ideológicas entre un país u otro, podías elegir entre capitalista o comunista; actualmente ya no hay esas opciones porque el poder de Estados Unidos es hegemónico en América y, por muy marxista que seas, no puedes tener una frontera de 3,000 km con EEUU y decir abiertamente que vas a instalar el socialismo en tu país. Tienes que ser más discreto, tienes que buscar un enemigo 1) que no sea Estados Unidos, 2) que esa etéreo, ambiguo, indefinible, 3) que ya cuente con detractores (es difícil inventar enemigos de la nada), 4) que se pueda acusar de él al gobernante anterior.

López Obrador, después de muchas noches de desvelo, concluyó que ese enemigo es el neoliberalismo. ¿Qué es eso? Yo no sé. No he visto una definición clara, mucho menos del presidente, enemigo de números arábigos, binarios y hexadecimales y de toda claridad y lógica en sus explicaciones, pero sí reúne las condiciones: el gran enemigo de México es el Neoliberalismo. Todos los anteriores presidentes, con excepción de Juárez, son claros ejemplos de neoliberalismo; los virreyes de la Nueva España también, y probablemente se incluyan en futuro Moctezuma y Netzahualcoyotl. En los años de la Conquista el ejemplo más claro fueron los tlaxcaltecas, aliados con el capitalismo europeo para borrar del mapa a Tenochtitlán.

Si el Neoliberalismo se remonta a los años precolombinos, ¿usted cree que nos alcanzará la vida para ver su fin? Imposible, estará presente por todo el siglo XXI como enemigo contra el que debe luchar México.

4-El objetivo es una historia sin final.

Poco después de que se hicieron del poder en 1917, los bolcheviques se dieron cuenta que no iban a poder cumplir sus promesas: ni les iban a dar tierra a los campesinos, no habría elecciones libres, ni saldrían de la miseria en que estaban, no habría felicidad ni mucho menos comunismo, algo todavía mejor que la prosaica felicidad de la panza llena, corazón contento, amigos al lado, dinero en el banco, y chat con los compañeros de prepa. ¿Qué hacer? les preguntó Lenin a sus compañeros de bancada. “Diremos que estamos construyendo el Socialismo, que después vendrá el comunismo”. Lenin, que era inteligente, captó la señal y empezó a predicar que la URSS estaba en la etapa de construir la patria socialista, que todavía no era la felicidad del comunismo pero que las privaciones que tendría que pasar la presente generación serían un sacrificio para la felicidad de sus hijos y sus nietos. Llegaron los hijos, y los nietos, y los bisnietos de aquellos revolucionarios, y en la URSS todavía estaban construyendo la patria socialista hacia 1990, cuando se desbarató el bloque socialista.

Vemos que el objetivo de construir el socialismo fue una historia sin final y que cumplió su cometido, puesto que la URSS no se disolvió por culpa del socialismo, sino porque nunca lo construyeron.

En México, el presidente cometió un error táctico cuando dijo “el pueblo está feliz, feliz”, inmediatamente le hicieron ver sus asesores: “si México ya es feliz, ¿para qué nos quieren a nosotros?” Ese es el origen de la otra ocurrencia feliz “la crisis nos cayó como anillo al dedo”, porque ahora el pueblo sería abiertamente infeliz por culpa del virus, no de la 4T, y López Obrador puede declarar que México todavía no es feliz, pero que sí lo fue el 1 de diciembre de 2018.

Otro gran error táctico de AMLO fue decir que acabaría con la corrupción. No hay gobierno sin corrupción, es más, Dios tuvo que correr a Luzbel del cielo por andar de agitador: si inclusive allá apareció la corrupción, ¿qué podemos esperar nosotros? Gran error, porque todo gobierno padece de corrupción, y la molesta prensa libre –esa no existía en la URSS- ya exhibió contratos del Tren Maya, del hijo de Bartlett y del compadre de Nahle, todos fuera de norma. ¿Qué va a decir AMLO de estos casos? Probablemente, tendrá otros datos.

Estos errores se compensan con la estrategia de no decir cuál es el objetivo: sus asesores apenas están definiendo el México que quieren y la idea que nos van a vender. Esto es muy importante, porque en vez de desgastarse construyendo ese objetivo, ganan tiempo los de la 4T en definir el objetivo (algo que podrían haber hecho en sus 18 años de campaña), mientras el señor está de gira. La idea de sustituir el PIB por felicidad puede ser una idea sagaz o una gran burrada, porque es difícil medir la felicidad y nadie te podrá acusar de bajarla medio punto, pero la felicidad no da para comer, y los productos y servicios que el PIB representa, sí alimentan.

5-Cuidar la propia base.

No hay dictador que se sostenga solo, necesita apoyos. Estos se dividen en tres:

  1. Populacho, al que se compra con dinero: becas, apoyos, despensas.
  2. Tontos útiles, a quienes se compra con más dinero: un sueldo de burócratas, o bots, o redactores de discursos.
  3. Consentidos, a quienes se compra con mucho dinero: contratos, sueldos elevados, privilegios.

En otras palabras, un dictador necesita dinero. ¿De dónde sale? Antiguamente salía de Pemex, pero ya hasta en el cerebro del líder se empieza a ver una lucecita al final del túnel que dice el petróleo no volverá a rendir lo que dio a López Portillo; los “ahorros de la corrupción” se esfumaron con la corrupción de la 4T antes que nadie los pudiera ver, no sé qué imbécil nos convenció de que debajo del pavimento del NAIM había peroles llenos de oro, lo destruimos para nada, nos quedan nada más los causantes fiscales. Habrá que hacerle como en La Ley de Herodes, inventar impuestos, pero no abiertamente, disfrazados. O imponer multas muy grandes a las grandes empresas, digamos que Bancomer pague 16,000 millones porque no tenía gel antibacterial en todas sus sucursales, a Telmex no se le puede tocar.

Por mientras, quedaron algunos fondos y fideicomisos y ahorros y reservas monetarias, estamos en eso, estamos viendo la manera de echarnos sobre los bienes. Todo sea por la base de adeptos al dictador.

6-Alianzas, las necesarias.

No todos los grupos que tienen poder político, económico, de convocatoria (la Iglesia), o militar (el ejército, grupos armados independientes) van a estar de acuerdo con el director en ciernes, y habrá que hacer alianzas, o al menos pactos de no agresión como con la Iglesia católica. Los primeros que hay que atraer son los partidos políticos estrictamente indispensables para completar mayoría, un exceso significa socios inútiles e incómodos. Afortunadamente, México es tierra fértil en prostitución política, y el Partido Verde es el ejemplo más claro de atender a sus clientes de noche, bajo un farol rojo, con su respetivo permiso de Salubridad. En la Cámara de Diputados, AMLO tiene mayoría, pero no en el Senado, y se requiere pagar el amor de un rato de unos pocos partidos de vida galante. O bien, resucitar muertos, como Elba Esther Gordillo y su partido.

Con el poder económico el asunto está más o menos perdido, salvo los pocos compadres de Nahle o del presidente o hijos de algún funcionario de primer nivel; la guerra está declarada a la IP, va a ser difícil negociar una alianza con ellos.

La Iglesia se ha tardado (unos 17 siglos) pero ya está entendiendo que es mejor mantenerse separada del poder político. El Ejército no hace alianzas, el Ejército sirve al país y obedece al presidente, pero quedan algunos grupos en zonas de conflicto en donde se podría negociar apoyo como ellos saben darlo, a cambio de impunidad y manos libres, y en casos extremos, de ordenarle al capitán que se brincó las trancas, que ese no era el que había que apresar, que lo suelte, que quiere ir a saludar a la abuela con la frente en alto.

Hay que tomar en cuenta que alianza significa dar y recibir, y todos los aliados pedirán algo a cambio. Los más baratos de todos son las meretrices de la política, generalmente con dejarles ganar uno que otro escaño y darles la presidencia de alguna comisión inocua será suficiente.

Los empresarios con quienes se haga alianzas, tienen su recompensa en los contratos. El público va a protestar, ¿y qué? Nosotros tenemos otros datos.

Al ejército hay que mantenerlo disciplinado y consentido, esto es muy importante: que desde los generales hasta la tropa, todos sientan que el gobierno vela por ellos, que les da buenos sueldos, y una vida relativamente asegurada excepto cuando salen a alguna pelea de verdad, que no son frecuentes en este país.

Los grupos delictivos son espada de dos filos, porque son otro poder, pueden hacer quedar mal a las autoridades locales, a las federales, y al mismo ejército, y porque por definición son delincuentes, empezando por la portación de armas. Hacer un pacto con ellos, es negociar con el diablo y lo más probable es que el tiro salga por la culata. Empezando por el descrédito: cada vez es más extendida en el país la convicción de que AMLO pactó con esos grupos, en especial con el cartel de Sinaloa y esto es algo que el pueblo nunca va a perdonarle. Segundo, la seguridad pública, que es privilegio, monopolio y obligación del Estado, irrenunciable (¿para qué lo queremos si no nos cuida?). Este sexenio ha sido el más violento en la historia moderna de México, compare usted estadísticas en cualquier lado. AMLO se desacredita también aquí porque durante años estuvo despotricando contra la inseguridad en los anteriores sexenios, y ahora todo el mundo se lo echa en cara. Junto con la crisis económica, yo considero que el problema más grave que tiene este gobierno es la seguridad. Y finalmente, los gringos pueden hartarse y tomar en sus manos el desorden que existe en México, inventar que los químicos de algún cartel se equivocaron en la fórmula y produjeron armas bacteriológicas en vez de drogas, o que nuestros memes son especialmente destructivos, y realizar acciones como las que les gusta hacer en diversas partes del mundo. Pero por mientras, ya tiene AMLO grupos poderosos que lo defienden.

7-Poder y más poder.

Por desgracia a alguien se le ocurrió decir que México es una república, con tres poderes distintos e independientes: ejecutivo, legislativo, judicial. El poder mayor es el del presidente, pero lamentablemente no es absoluto, por culpa de Montesquieu y sus secuaces, tan fácil que era en la Unión Soviética donde el poder estaba tan mal definido que bastaba el cargo de Secretario General del PC para mandar de a deveras. Ni modo, con estos bueyes tenemos que arar y hay que buscar la manera de apoderarnos de los otros poderes. Por el momento el Poder (¿?)Legislativo no presenta problemas, podemos hacer prácticamente lo que queremos, a pesar de que de vez en cuando se alebresta Ricardo Monreal y quiere bloquearnos iniciativas. Dentro del poder judicial, está la Suprema Corte de Justicia, que todos creíamos era ya un apéndice de MORENA y nos dan la sorpresa de tomar a la letra la ley bajo la cual se eligió al gobernador de Baja California; hay varias alternativas, que son enfermar a alguno de los jueces incómodos, ampliar el número de jueces y poner gentes de confianza, pero no es prudente después de forzar la nominación de la esposa de mi compadre. Hay que cabildear más a las SCJ.

“Los jueces no deberían de dar problema, pero son demasiados y no hay forma de sustituirlos a todos otorgando título express de abogado a mis bots ni a mis ninis ni a Gatell (luego, ¿quién se desgasta dando explicaciones sobre el coronavirus?). Y los amparos, malditos amparos, además ya anda circulando por ahí un video en donde yo exhortaba a los de Tabasco a crear un diluvio de amparos, ya no me acuerdo contra qué, pero había que ampararse. Ahora me dan una sopa de mi propio chocolate, ¿será mal karma? Buscaré a mi marchanta la de los detentes, a ver si tiene uno contra el karma.”

“No sé a quién se le ocurrió la idea de los Superdelegados, pero está muy buena: concentrar en un hombre leal el dinero que manda la Federación a los estados, así les apretamos las tuercas a ese Enrique Alfaro, al de Coahuila (¿por qué no tendremos otro Moreira?), y a las eternas ladillas que son los de Nuevo León. Ni modo, cerremos la llave del presupuesto, a ver si no me salen con otro amparo.”

8-Cuidar focos rojos.

No hay plazo que no se cumpla
ni letra que no se venza.

“El otro día alguien me dijo que MORENA ya parecía un estacionamiento visto desde atrás, de noche, y con las luces encendidas: puros focos rojos. Que no hemos eliminado la corrupción, que Bartlett es el desperdicio de la basura, que atacamos la ecología, que en educación hicimos una Antireforma, que mis detentes no curaban el coronavirus, que no hay dinero, que no hay obras, que Enrique Krauze sigue repitiendo lo que decía en aquel maldito artículo de 2006, que Héctor Aguilar Camín ya me dijo p y p, que hasta el del CCE prefirió el Banco Mundial a mi Banco de la Ilusión, que debí retener a Urzúa. Puros focos rojos, es cierto que MORENA parece ese estacionamiento, con todos los coches frenando al mismo tiempo.”

“Señor Presidente, hagamos una relación de Paretto y ataquemos los problemas más importantes”.

“¿Relación de qué? ¿Problemas más importantes? ¡Pues todos! Bueno, a ver, dime cuáles tú crees que son los más importantes.

“En este momento tenemos mucho margen de acción porque controlamos el Congreso, aunque no al cien. ¿Ha pensado usted lo que pasaría si las leyes no las redactáramos nosotros, sino los del Congreso en manos del PRIAN? Sin ir tan lejos, ¿que Ricardo Monreal tuviera voz para definir el presupuesto?”

“No, detente enemigo detente, Jesús está conmigo.”

“Ese es el gran problema, elecciones de 2021, podemos perder la cámara de diputados. Y también habrá elecciones de gobernador en muchos estados de la república. ¿Qué pasaría si la oposición ganara esas elecciones? Se acaba la 4T, porque nos atoran para siempre el asunto del presupuesto, todas las leyes que pasen por los diputados nos las rechazan, y además podríamos tener un bloque mayoritario de estados opositores.”

“No lo permita el Señor de los Detentes. A ver, dime qué vamos a hacer, pero explícamelo claramente para que yo lo pueda repetir y parezca que se me ocurrió a mí.”

En el cuarto de guerra de la presidencia están efectivamente considerando el problema que se les avecina en 2021. El objetivo mínimo es conservar mayoría en la cámara de diputados, perderla sería un desastre. Las gubernaturas en juego también son un problema, pero no tan grande. La molesta opinión pública, la peste de los artículos que se publican en periódicos y revistas que no se alinean con nosotros –todos, menos La Jornada-, los memes que circulan por miles, las caricaturas de Calderón que añaden sal a la herida (un caricaturista que se apellida Calderón, ¿por qué no utiliza un seudónimo?), los mexicanos en el extranjero prefieren pasar por guatemaltecos, protestas en las ciudades, la gente no entendió la pichada y ahora cree que AMLO hablaba en serio con lo de la revocación, estadísticas de crimen que no podemos ocultar, economía en picada, nos tenemos que gastar hasta lo que no tenemos para Dos Bocas y el Tren Maya, nadie le quiso entrar a construirlo y no vamos a poder financiarnos con los proveedores, los hospitales están saturados, los chinos no nos devolvieron los cubrebocas que les vendimos sino entregaron unos kleenex con ligas, qué calamidad, no sé cómo la vamos a librar de aquí a un año.

Se aceptan ideas, bots y ninis y viejitos becados, desquiten el mínimo. No, tú mejor no digas nada, Ackerman.

“Extinga el INE, así como le hizo con los fideicomisos”, dice un bot con aspiraciones.

9-¿Rumbo a la dictadura?

Usted lo decidirá, lector.
También, no lo olvide, usted decide qué hacer de aquí a julio de 2021: la democracia no es un ejercicio sexenal de quince minutos.

 

Agradezco una vez más a mi hijo Rodrigo su ayuda para corregir y mejorar este artículo.
//2.6.2020


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