Como consecuencia del coronavirus en Estados Unidos, país con mucho más recursos que México, en donde tienen un fondo de 2.4 trillones de dólares para alivio de la crisis (seguro de desempleo, préstamos a tasa cero), hay en este momento más de 16.6 millones de personas que han aplicado a seguro de desempleo. ¿Qué sucederá en México, sin fondo de ayuda y con los bancos tratando de cobrar intereses como en tiempos normales?

Lo que ya va a suceder inevitablemente este mes de abril es que los impuestos generados caerán muchísimo. ¿Por qué? Porque no hay ventas; si no hay ventas, no se genera IVA, se cae la cobranza y tampoco se genera ISR. Esto significa que aún siguiendo las reglas fiscales al pie de la letra, seguramente en mayo de 2020 el gobierno cobrará de impuestos generados en abril, la mitad o menos de lo que cobró en mayo de 2019. Se le va a caer la recaudación, aunque todos cumplamos conservando empleados y entregando al fisco las retenciones. Son noticias pésimas para todo el país: el gobierno recauda menos y las empresas pagan pocos impuestos porque no hay ventas. Si en estas circunstancias, en vez de apoyar a las empresas con créditos a tasas muy bajas (como en EEUU), Andrés López sigue apretando y soñando que va a cobrar impuestos como siempre, van a empezar a desaparecer las empresas y a suceder cosas como las que describo en este artículo.

Quiero dar una expresión cuantitativa a lo que pasaría con México si le quitamos la IP.

En la ecuación del título, IP = iniciativa privada, x es la incógnita cuyo valor queremos conocer. No pretendo hacer filosofía, por lo tanto mido estos datos en productividad de bienes y servicios indispensables para la vida.

Por ejemplo, los sermones matutinos de Andrés López son parte de M, pero si se los quitamos a M, la productividad de M no varía, es decir

México – Discursos de López = México (léase “México no pierde nada si López se calla”)

Otro ejemplo, Pemex. Puesto que siempre está en pérdida (es decir, más le valdría a Pemex no ser Pemex), México estaría mejor sin Pemex, es decir

México – Pemex > México 

Otro ejemplo son los servicios de salud, tanto públicos como privados. Si quitáramos los servicios que nos brindan médicos y enfermeras en práctica privada, en hospitales públicos y privados, se agravan todas las enfermedades y se produce un sinnúmero de muertes:

México – servicios de salud = 0 (léase “los mexicanos se mueren”)

Hay muchas formas de que desaparezca la IP: que los fumigables empresarios emigremos a países libres de 4T porque todos tenemos carretadas de Euros en DeutscheBank, o que todos nos muramos, o que nuestras empresas quiebren, o que llegue el SAT a clausurarlas porque no atendimos el Buzón Fiscal, o mejor aún, que tengamos una Epifanía escuchando al Mesías Tropical y decidamos que la vida es mejor como nini que como empresario.

Para imaginar un México sin IP, hagamos grupos de los bienes y servicios que consideramos imprescindibles (no cuentan telenovelas, netflix, partidos de futbol, ni discursos en el Congreso):

  1. Alimentos. Todos los alimentos que consume el país son producidos por la IP. La agricultura produce maíz, trigo, centeno, frijol, tomate; la ganadería produce leche y carne; la pesca produce pescado; la industria produce derivados de esos productos. Grandes empresarios como Bimbo, medianos como La Huerta, chicos como el que nada más tiene una hectárea para sembrar frijol o el que tiene diez vacas. Por lo tanto, si quitamos a la IP, México se muere de hambre, a menos que importemos todo.
  2. Vestido, jabones, artículos de cocina, sábanas, teléfonos, tv. Lo mismo, la IP produce o lo importa todo.
  3. Transporte. A menos que incluyamos la patineta hechiza con que jugaba Andrés López de pequeño, todo el transporte es producido o importado por la IP. Los servicios de transporte para la producción, salvo la gasolina, están en manos de la IP.
  4. Salud. Hay servicios públicos y privados. Si quitamos todos los médicos, farmacias, laboratorios y hospitales privados, el sistema de salud público colapsará (unos días antes de lo que de todas maneras va a suceder, como van las cosas).
  5. Gasolina. Con Pemex y sin Pemex estamos igual, porque se importa.
  6. Ejército y policías. Concedido, los necesitamos aunque Andrés López no los quiera usar en Culiacán.
  7. Impuestos. Concedido, el gobierno necesita dinero para operar. Si quitamos la IP, los impuestos que recauda a empresas y a todos los que trabajamos en empresas se vuelve cero, y al gobierno le quedarán los impuestos de sus propios empleados (que será como sacarse el dinero de una bolsa para ponerlo en la otra) más los impuestos de las empresas productivas (!) del gobierno, como Pemex, CFE. En el caso de Pemex, más bien es éste el que le cobra impuestos al gobierno, porque siempre está en pérdida y requiere subsidio.
  8. Oficina de la Presidencia. Su aportación al bienestar público es cero, quizá negativo; si la quitamos, salimos ganando. Tampoco cuento como productivo para el país lo que hacen los que preparan discursos, ni los bots pagados por MORENA, ni lo que hacen en el Congreso, así también como innumerables dependencias públicas. Los discursos de A.L. le quitan al país productividad (nos ponen a discutir idioteces como la rifa del avión), así que más le valdría a México que se callara, se pusiera las pilas y se pusiera a trabajar.

Visto desde las consecuencias finales de que desaparezca la IP:

  1. Todos los productos indispensables para la vida desaparecen: alimento, vestido, coches, camiones, tractores, aviones presidenciales, combustible; el gobierno podría importarlos, pero ¿con qué dinero? Entre otras cosas, sin alimento el país desaparece.
  2. El IMSS desaparece, porque vive de las cuotas que pagamos los empresarios y nuestros empleados. Lo mismo la CFE, porque dejaremos de pagar los que trabajamos en la IP.
  3. Los servicios de salud colapsan, porque al desaparecer los servicios privados, a los tres días revienta como palomita de maíz lo que queda del sector de salud público.
  4. Todos los que trabajamos en la IP nos quedamos sin dinero (patrones y empleados). Solamente conservarán sus ingresos los burócratas (mientras el gobierno tenga con qué pagarles).
  5. Servicios no estrictamente indispensables como teléfonos también quiebran, porque se quedan sin clientes privados. Esto es un pequeño recordartorio para que si acaso puede, Slim deje de dorarle la píldora a Andrés López y le explique con peras y con manzanas lo que va a suceder.
  6. El gobierno se queda sin dinero.
  7. Inconformidad generalizada, levantamientos, saqueos en las tiendas, rapiña, violaciones, violencia, funcionarios insultados y linchados porque la gente los responsabilice de sus desgracias.

Hasta donde es posible ver, la IP le preocupa a Andrés López exclusivamente como vaca para ordeñar, i.e., fuente de impuestos. Si sigue apretando como lo hace, él se queda sin ingresos y el país revienta.

Quizá algún maestro extremadamente paciente pueda explicarle esta fórmula al Gran Merolico:

México – IP = 0 (léase “México sin la IP no tiene para vivir”)

 

PD Agradezco a mi hijo Rodrigo su revisión crítica.

//9.4.2020


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