En mi último viaje en coche, cuando regresaba desde Xalapa pidieron aventón unas maestras en la caseta de Salamanca; habían ido a una reunión en el sur y regresaban pidiendo ride hasta Chihuahua. Platicando, les pregunté por las pruebas académicas a los profesores y a los estudiantes, y me dieron una opinión muy franca: las pruebas no sirven porque son incompletas y no se puede evaluar a una persona por el resultado de un examen. La hora que duró la carretera fue insuficiente para agotar el tema, se bajaron en Encarnación.

Hoy se acaban de publicar los resultados de la última prueba PISA, aplicada a los niños estudiantes de 65 países. Los resultados más sobresalientes son:

Lugar

País o ciudad

Puntos

1

Shangai

613

2

Singapur

573

3

Hong Kong

561

4

Taipei

560

5

Corea del Sur

554

6

Macao

538

7

Japón

536

8

Liechtenstein

535

9

Suiza

531

10

Holanda

523

51

Chile

423

53

México

413

65

Perú (último lugar)

368

Los dos asuntos más notables (para nosotros) son: 1) los siete primeros lugares están acaparados por países asiáticos, y 2) México ocupa el lugar 53 de 65. Por una casualidad única en la historia del universo, esos siete primeros lugares corresponden todos a países (o ciudades) que han tenido un desarrollo espectacular en los últimos años, que ocupan los primeros lugares en la actividad económica y que en esos pocos años han superado en más de un aspecto a países tradicionalmente más desarrollados como EEUU, Alemania, Francia, Inglaterra. Como otra casualidad casi única, México está en la cola, la Plaza de la Revolución está tomada por maestros, el ingreso que recibe el país de los braceros que exportamos es una partida que supera a muchas de las del Presupuesto Federal 2014,  y estamos entrampados en nuestra imposibilidad de llegar a un acuerdo mediante el diálogo: las reformas política, fiscal, educativa, energética, todas ellas están en la cuerda floja de esas orgías de palabras que nuestros legisladores llaman “negociaciones”.

Es cierto que la prueba PISA (o cualquiera que se aplique a los estudiantes) no es un parámetro absoluto y definitivo de la situación, como me decían aquellas maestras; ahora bien, el hecho de que una medida no sea perfecta, que no consiga todo lo que se desea o que fuera válido obtener, no puede ser una base para desechar totalmente la medida. Es como si uno va al médico porque le falta el aire, el médico dice que hay que dejar de fumar, y uno rechaza el remedio porque aun dejando de fumar, no podríamos correr un maratón. Los exámenes, así como la mayoría de las decisiones que uno adopta en la vida, producen resultados parciales. No existe ni existirá el examen que certifique completamente la calidad de los estudiantes o de los profesores, pero cualquier examen será un indicador de esa calidad.

Por esta razón, si usted está empeñado en desacreditar la prueba PISA, le pido que me explique esa casualidad: los países que están teniendo un mejor desempeño actualmente son, invariablemente, países que han obtenido un buen resultado en esa prueba.

Visto el lugar que ocupa México en este examen, me parece totalmente inoportuno echar las campanas al vuelo porque Aguascalientes obtuvo el primer lugar en matemáticas, como fue publicado en una nota del día de ayer. ¿Por qué? Porque este resultado es con respecto a México, que ocupa el lugar 53 de 65. Consideremos la provincia de Arequipa, en Perú, y supongamos que obtuvieron el primer lugar peruano en matemáticas; ¿felicitaría usted a Arequipa por este resultado? México está casi en la cola; ante cualquier resultado que se obtenga, a menos que sea comparable a los mejores del mundo, es mejor guardar un prudente silencio y poner manos a la obra en mejorar nuestra calidad.

Cuando el Presidente tiene que recordar a los gobernadores que la Reforma Educativa, como cualquier reforma promulgada por las Cámaras, fue hecha para todo el país y no para los Estados que quieran, creo que además de matemáticas y lectura, también estamos reprobados en entender qué significa un país, y que las leyes hechas por el Congreso son obligatorias para todos. A esto se le llamaba “civismo” cuando yo estudié, pero creo que en una de tantas reformas educativas patito, fue descontinuada.